WrestleMania 39 significó uno de los momentos más trascendentes en la historia de WWE. Y es que, mientras en el cuadrilátero triunfaban las superestrellas de la empresa, Vince McMahon estaba haciendo el movimiento que cambió la historia.
Y es que, la compañía fue vendida a Endeavor, empresa que también tiene los derechos de UFC. El movimiento sorprendió al universo, ya que nadie esperaba que el empresario estadounidense hiciera esa transacción.
WWE pone fin a la era de Vince McMahon y su familia
El valor estimado de WWE era de nueve mil 300 millones de dólares, mientras que la compañía de artes marciales mixtas es de 12 mil mdd, por lo que con esta fusión el precio incrementará.
La intención de Vince era quedarse con la parte operativa, así como administrativa, pero Endeavor ya será el encargado de comenzar la nueva era de la compañía.
De hecho, ayer se celebró la última edición de Monday Night RAW bajo el cargo de los McMahon, por lo que arrancará un nuevo camino la empresa.
Endeavor tomará las decisiones más importantes de la compañía
En las juntas de dirección, el peso de las decisiones recaerá en Endeavor, ya que son los accionistas mayoritarios, con 51 por ciento, mientas que el resto tiene el 49 restante.
Ahora, todo pasará por los nuevos dueños, ya que controlarán el roster, desarrollo de historias, recorte de personal y futuras contrataciones. Así acaba un legado de varios años, en los que Vince McMahon y su familia posicionaron a la WWE como la empresa de lucha libre más importante del mundo.
“La alianza histórica de estas dos formidables instituciones tiene el potencial de desbloquear grandes oportunidades de crecimiento para ambas, así como generar un resultado óptimo para nuestros empleados, accionistas, fanáticos y otras partes interesadas”, sentenció Vince, el día en que vendió la compañía.