Elon Musk confirmó esta semana que Neuralink llevó a cabo su segundo implante de chip cerebral en un humano, mismo que la empresa especializada en neurociencia decidió hasta los momentos no revelar la identidad.

Esta persona es una de las diez que se prevé implantar antes de la llegada del 2025, luego de la búsqueda de pacientes entre 22 y 75 años con movimientos limitados o nulos en manos, muñecas o brazos. Además, los candidatos debían tener lesiones en la médula espinal o esclerosis lateral amiotrófica (ELA), y diagnósticos superen un año en esperanza de vida.

“Hay señales, muchos electrodos. Está funcionando muy bien. Obviamente, (esta tecnología) irá mejorando en cada paciente”, explicó el magnate sudafricano en diálogo con el podcaster Lex Fridman.

Experiencia con el primer paciente

A finales de marzo, Neuralink realizó una demostración pública sobre la primera experiencia con el paciente Noland Arbaugh, un joven de 29 años con discapacidad motriz que demostró la capacidad para jugar al ajedrez en una computadora a través de instrucciones cerebrales.

Tras dos meses de la intervención, Arbaugh explicó que el chip había presentado problemas de funcionamiento, sin embargo, desde Neuralink explicaron que algunos electrodos se despegaron del tejido cerebral. Esto provocó que transmitiera menos datos y que se considere retirarlo.

La empresa fue confundada por Musk en el año 2016 y desde entonces avanzó para generar canales de comunicación entre el cerebro y las computadoras. Después de una serie de pruebas en animales y de los ahora conocidos implantes en humanos, la atención está puesta en los potenciales beneficios para personas con problemas de movilidad y afecciones neurodegenerativas.