En una era donde la tecnología avanza a velocidades verdaderamente aceleradas, es importante entender que con ello esto también conlleva peligrosidad y características negativas que necesitan un seguimiento fundamental.
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Para nadie es un secreto que las estafas virtuales y ciberataques han crecido en sus estadísticas drásticamente y ahora un nuevo estudio advierte sobre los graves peligros que se pueden generar con respecto a la privacidad de las claves con la simple emisión del sonido del teclado cuando se tipea.

Alerta por el sonido del teclado
Según una nueva investigación de la Universidad de Surrey, herramientas de inteligencia artificial son capaces de estudiar los ruidos de las teclas y determinar cuáles son las que se pulsan y, por ende, descubrir contraseñas.
En específico, mediante la grabación de las pulsaciones y el entrenamiento de un modelo Deep learling, tres investigadores afirmaron haber logrado más de un 90% de precisión en la interpretación sonidos de tecleos. Además, los expertos alertaron que el uso de herramientas de videoconferencia como Zoom y los dispositivos con micrófonos incorporados pueden llevar a un aumento de amenazas de ciberataques basados en sonidos.
Los investigadores británicos Joshua Harrison, Ehsan Toreini y Marhyam Mehrnezhad afirmaron que las tecnologías de aprendizaje profundo junto con las computadoras portátiles actuales y el auge de las videollamadas representan una grave amenaza de ciberseguridad. Las conclusiones completas se pueden apreciar en el artículo A Practical Deep Learning-Based Acoustic Side Channel Attack on Keyboards (Un práctico ataque acústico de canal lateral en teclados basado en aprendizaje profundo).
Los científicos utilizaron algoritmos de aprendizaje automático para crear un sistema capaz de identificar qué teclas se estaban pulsando en una computadora portátil basándose en el sonido mecánico que emiten esas pulsaciones.
En concreto, apretaron cada una de las 36 teclas de una MacBook Pro, incluidas todas las letras y números, 25 veces seguidas, con distintos dedos y variando la presión. Los sonidos se grabaron tanto a través de una llamada de Zoom como en un smartphone colocado a poca distancia del teclado.