La existencia de una placa tectónica llamada «Resurrección» fue debatida por los científicos durante mucho tiempo. Algunos argumentaban que no es real, mientras que otros decían que se subducía – se movía de lado y hacia abajo – en el manto de la Tierra en algún lugar del Margen del Pacífico entre 40 y 60 millones de años atrás.
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Recientemente, los geólogos de la Facultad de Ciencias Naturales y Matemáticas de la Universidad de Houston, con sede en los Estados Unidos, afirmaron que la habían encontrado en el norte de Canadá utilizando imágenes de tomografía del manto, algo similar a una tomografía computarizada del interior de nuestro planeta.
«Creemos que tenemos pruebas directas de que la placa ‘Resurrección’ existió», explicó Spencer Fuston, un estudiante de doctorado en geología de tercer año. «También estamos tratando de resolver un debate y abogar por el lado que nuestros datos apoyan».
Fuston y Jonny Wu, profesor adjunto de geología en el Departamento de Ciencias de la Tierra y la Atmósfera, también reconstruyeron cómo se veían las placas tectónicas en el Océano Pacífico durante el comienzo de la Era Cenozoica. Y los límites de «Resurrección» resultaron coincidir con los antiguos cinturones volcánicos del Estado de Washington y Alaska, proporcionando un muy buscado vínculo entre el Océano Pacífico y el registro geológico de América del Norte.
«Los volcanes se forman en los límites de las placas, y cuantas más placas tengas, más volcanes tendrás. Los volcanes también afectan al cambio climático. Así que, cuando intentas modelar la Tierra y entender cómo ha cambiado el clima desde entonces, realmente quieres saber cuántos volcanes ha habido», dijo Wu a Metro.
Concluyó: «El terremoto de gran magnitud – 7,6 en la Península de Alaska el 19 de octubre de 2020 -, fue un poderoso recordatorio de la continua convergencia entre las placas del Pacífico y de América del Norte. Nuestro mapeo puede proporcionar nuevos detalles para ayudar a los sismólogos y vulcanólogos a modelar los fenómenos geológicos de la región».
PREGUNTAS Y RESPUESTAS / 4 PREGUNTAS PARA…
Jonny Wu,
profesor adjunto de geología en el Departamento de Ciencias de la Tierra y la Atmósfera de la Universidad de Houston, EE.UU.
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Háblenos de su investigación.
– Las placas tectónicas se pierden continuamente de la superficie de la Tierra por un proceso conocido como subducción. Durante la subducción, una placa tectónica se sumerge en el manto y se hunde lentamente con el tiempo. Los sismólogos usan la energía natural de los terremotos para producir imágenes del interior de la Tierra que se conocen como tomografía del manto, y estas imágenes muestran estas placas perdidas con una claridad cada vez mayor. Mapeamos las posibles placas perdidas dentro del manto de nuestro planeta a partir de la tomografía usando un software especial diseñado para depósitos de petróleo. Luego intentamos «flotar» estas placas desaparecidas de vuelta a la superficie de la Tierra y estimar su tamaño y ubicación originales.
¿Por qué es importante?
– Los geocientíficos «rebobinan» la historia de la Tierra para comprender mejor la formación de los volcanes, los terremotos, el cambio climático y la circulación profunda en el manto. Cualquier detalle que tengamos de nuestra historia pasada nos ayuda a entender cómo y por qué algunos de estos fenómenos geológicos han ocurrido en el pasado y puede ayudarnos con la predicción.
Por ejemplo, las erupciones volcánicas contribuyen con gases de efecto invernadero a nuestra atmósfera, y la mayoría de los volcanes se encuentran a lo largo de los límites de las placas. Si encontramos una placa perdida, eso significa que en el pasado existieron más límites de placas (y volcanes) de los que habíamos conocido anteriormente. Necesitamos dar cuenta de estas erupciones volcánicas adicionales en los modelos climáticos que se utilizan para pronosticar el calentamiento global.
¿Existen otras placas tectónicas perdidas en el mundo?
– Sí, todavía hay muchos misterios geológicos que implican la desaparición de una o más placas tectónicas. Algunos ejemplos incluyen el Caribe, Asia Oriental y las regiones del Mediterráneo. Muchos estudios ya han tratado de identificar estas placas perdidas a partir de la tomografía del manto. Esperamos poder aprovechar estos descubrimientos proporcionando mejores estimaciones sobre los tamaños, formas y ubicaciones anteriores de estas placas perdidas. Resolver estos misterios es un poco como resolver un rompecabezas: cuanto mejor se definan las piezas, más fácil será armar el cuadro completo.
¿Qué es lo siguiente en su investigación?
– Este trabajo es parte de un estudio más amplio financiado por la Fundación Nacional de Ciencias de los Estados Unidos para unir las piezas y rebobinar la historia del Océano Pacífico hasta la época de los dinosaurios (es decir, el Mesozoico). Se cree que una vez existió un enorme océano llamado Panthalassa donde hoy se encuentra el Océano Pacífico. Los detalles de Panthalassa son todavía muy misteriosos para los geólogos. Planeamos continuar buscando nuevas pistas buscando el manto debajo del actual Océano Pacífico. El Océano Panthalassa perdido puede haber cubierto más de la mitad de la Tierra, lo que significa que cualquier información que usemos en nuestros modelos de clima o circulación oceánica puede incorporar menos de la mitad del cuadro completo.
Atmósfera de la Universidad de Houston, EE.UU.
¿Qué causa el movimiento de las placas tectónicas?
Aunque esto aún no se ha probado, la mayoría de los geólogos y geofísicos están de acuerdo en que el movimiento de las placas es causado por la convección (es decir, la transferencia de calor resultante del movimiento) del magma en el interior de la Tierra. Se cree que la fuente de calor es la descomposición de elementos radiactivos. No se entiende bien cómo esta convección impulsa las placas. Algunos geólogos sostienen que el magma ascendente en los centros de expansión empuja las placas, mientras que otros dicen que el peso de una porción de una placa subductora (una que es forzada debajo de otra) puede arrastrar el resto de la placa.