En la era del coronavirus, lo negocios han tenido que innovar y reinventarse, con la clara intención de no perder a sus clientes.
PUBLICIDAD
Es así como el resturante francés Café du Soleil, ubicado en la calle 104 y Broadwey, del Upper West Side de Manhattan, optó por crear búbujas de plástico para que sus visitantes se sientan más cómodos y confortables.
La idea surge para tratar de prevenir los contagios de COVID-19, pues la ciudad de Nueva York ocupa el primer lugar de fallecimientos en Estados Unidos por el virus, con 33 mil 102 muertes.
Además, el local trata de proteger a sus comensales de los fuertes vientos y el frío que comienzaa atacar a la región. Es por eso que en cada burbuja se puede tener una calefacción de 10 grados más de la temperatura ambiente.
La intención es mantener el servicio del lugar al aire libre, ya que las restricciones de la nueva normalidad permitirán abrir los locales en el interior, sólo a 25 por ciento de su capacidad.
Decorado con luces y banderolas, el restaurante ha llamado la atención de medios locales e internacionales y comensales, quienes aseguran que las carpas, que son transparentes y pueden abrirse por un costado, les permiten comer cómodamente.
PUBLICIDAD
Toda una experincia vs. el coronavirus
El propio Café du Soleil presume su novedosa idea en la redes sociales, donde las últims publicaciones se centran en las modernas burbujas para comer.
El copropietario del lugar, Alain Chevreux, confesó que cada carpa tiene un costo de 350 dólares, en charla con New York Post.
“El clima en septiembre y octubre puede ser impredecible”, dijo Chevreux, cuya solución futurista ha encantado a los clientes, quienes ahora solicitan específicamente sentarse en ellos. «Ellos dicen, ‘¿Podemos estar debajo de las burbujas?’ Y todos toman fotos», dijo Chevreux.
«Las aceras de Broadway son muy anchas, por lo que hay mucho espacio», indicó. Los refugios, que pueden acomodar a un máximo de seis personas, se pueden armar en «menos de un minuto».
