El pasado 1 de diciembre, Gabriel Huarte esperaba en el Parque Leoncia Vida de Santa Clara la salida del cortejo fúnebre.
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Cuando tenía 19 años, en los primeros días de 1959, Huarte, orgulloso miembro del Partido Comunista de Cuba, presenció la entrada de Fidel Castro en la localidad, camino a La Habana para hacerse con el control de Cuba.
Huarte se muestra desafiante sobre lo que le depara a Cuba, ahora que Fidel ha muerto, la inminente llegada de Donald Trump a la Casa Blanca tras su victoria en las elecciones presidenciales.
EFE