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El ataque al Capitolio fue una de las manchas más oscuras de la historia de la democracia de Estados Unidos.
Lo peor es que la gravedad del incidente no terminó cuando sacaron de las instalaciones de una de las sedes de la democracia a los fanáticos de Donald Trump.
Cabe recordar que fue el expresidente quien llamó a sus seguidores “a pelear por la verdad”, antes de que Joe Biden fuera confirmado por el Congreso como nuevo mandatario del país de las barras y las estrellas.
La violenta irrupción al Capitolio dejó víctimas fatales, entre los que se encuentra un oficial que trató de contener a los manifestantes.
Cuatro suicidios de agentes, tras los ataques al Capitolio
Ahora se han reportado los suicidios de cuatro uniformados que estuvieron presentes en el momento en el que miles de manifestantes entraron a la sede del Congreso estadounidense.
Los últimos en quitarse la vida son dos policías de Washington, que estuvieron presentes en la insurrección en el Capitolio, de acuerdo al Departamento de Policía Metropolitana.
«El agente Gunther Hashida, asignado al Equipo de Respuesta a Emergencias dentro de la División de Operaciones Especiales, fue encontrado muerto en su residencia el pasado 29 de julio», aseguró la portavoz del departamento, Kristen Metzger, en un comunicado.
«Estamos de duelo como Departamento y nuestros pensamientos y oraciones están con la familia y amigos del agente Hashida», continuó.
Además, el miembro de la Policía Metropolitana, Kyle DeFreyrag, fue hallado muerto el pasado 10 de julio, de acuerdo al funcionario de información pública del departamento, Sean Hickman.
Hashida se había integrado al Departamento de Policía Metropolitana en 2003, mientras que DeFreytag había permanecido en la institución desde noviembre de 2016.
Con este par de lamentables incidentes ya suman cuatro suicidios conocidos de agentes que estuvieron en el Capitolio el pasado 6 de enero durante el ataque, y tres suicidios de agentes de Washington, específicamente.
El agente de la Policía Metropolitana, Jeffrey Smith, un veterano de 12 años de la fuerza, y el agente de la Policía del Capitolio de Estados Unidos, Howard Liebengood, un veterano en el cuerpo durante más de 15 años, también respondieron a las agresiones y después se suicidaron.
Por si fuera poco, otro agente de la Policía del Capitolio, Brian D. Sicknick, sufrió derrames cerebrales y falleció de causas naturales un día después del ataque.
Pide que se acerquen con profesionales
Durante una audiencia, el mes pasado, el agente de policía del Capitolio, Harry Dunn, hizo una emotiva súplica a los agentes que defendieron la sede de la democracia para que buscaran ayuda profesional, en caso de necesitarla.
«Quiero aprovechar este momento y hablar con mis compañeros agentes sobre las emociones que continúan experimentando a partir de los eventos del 6 de enero. No hay absolutamente nada de malo en buscar asesoramiento profesional», aseguró.
