A pesar de que el plan de vacunación continúa avanzando con paso firme en Estados Unidos, aún hay algunas personas no quieren inocularse.
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Estos ciudadanos no tienen confianza en las inyecciones contra el coronavirus; una parte de ellos aseguran que los están usando como conejillos de indias y otros no las creen necesarias.
Prefieren no vacunarse en Texas
De hecho, más de 150 trabajadores de la salud que no cumplieron con la orden obligatoria de vacunarse contra el coronavirus impuesto por un hospital en Houston, Texas, fueron despedidos o renunciaron, luego de que un juez federal ratificara la validez de la normativa sanitaria.
Sucedió en Houston Methodist, uno de los primeros sistemas de salud en requerir las vacunas contra el COVID-19, que despidió y aceptó las renuncias de 153 trabajadores, de acuerdo a la portavoz Gale Smith, quien se negó a especificar de ese número cuántos fueron despedidos por la empresa y cuántos renunciaron.
Demanda en contra de hospital
Y es que a inicios de este mes, un juez federal desestimó una demanda por una de sus empleadas, Jennifer Bridges, una exenfermera que alegó que la política era ilegal y obligaba a los empleados a ser tomados como pruebas, debido a que las inoculaciones no habían pasado por la totalidad del proceso de aprobación por parte de la Administración de Medicamentos y Alimentos (FDA, por sus siglas en inglés).
La FDA ha autorizado tres vacunas contra el SARS-CoV-2 para uso de emergencia, luego de rigurosos ensayos clínicos en los que participaron miles de personas, tanto Pfizer como Moderna han solicitado la aprobación total para sus inoculaciones.
“Esto no es coerción”, redactó el pasado 12 de junio la jueza federal de distrito Lynn Hughes, designada por Ronald Reagan. “Houston Methodist está tratando de hacer su oficio que es el de salvar vidas sin transmitirles el coronavirus. Es una decisión tomada para que el personal, los pacientes y sus familias estén más seguros”, continuó.
Mientras tanto, el director ejecutivo de Houston Methodist, Marc Boom, aplaudió el fallo en un comunicado y dijo que “los empleados y los médicos toman sus decisiones por nuestros pacientes, que siempre están en el centro de todo lo que hacemos”.