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El ciberataque a Colonial Pipeline trajo graves consecuencias para Estados Unidos.
Y es que la empresa es dueña de la mayor red de oleoductos del país, por lo que al dejar de funcionar provocó escasez de gasolina.
Compras de pánico en Colonial Pipeline
De hecho, como suele ocurrir en este tipo de incidentes, en la semana, los usuarios comenzaron a acudir a los distribuidores para realizar compras de pánico.
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Estas acciones provocaron que la gasolina se agotara más rápido en algunas regiones.
De hecho, Jennifer Granholm, secretaria del Departamento de Energía de Estados Unidos, solicitó a toda la ciudadanía a no perder la calma y no realizar compras de pánico.
La funcionaria sostuvo que los oleoductos de Colonial Pipeline comenzarían a operar con normalidad muy pronto.
Sin embargo, en las calles se vivía una auténtica crisis petrolera. Las estaciones de servicio de Florida a Virginia comenzaron a agotarse, mientras que los precios en el surtidor subieron, debido al desabastecimiento de gas.
De hecho, el presidente estadounidense Joe Biden previó que los oleoductos de Colonial Pipeline, que son fuente de casi 50 por ciento del suministro de combustible en la Costa Este se reiniciarían en unos días. El jefe del Ejecutivo pidió a los conductores a no recargar sus tanques para no aumentar la escasez del producto.
“Pedimos a la gente que no acumule. Las cosas volverán a la normalidad pronto”, mencionó Jennifer Granholm.
Estado de emergencia
Algunas de las delimitaciones que decretaron estado de emergencia por el desabasto de petróleo, tras el ciberataque, que se cree fue realizado por el grupo de hackers conocido como DarkSide, son Florida, Virginia, Carolina del Norte, Georgia y Washington.
“Para el mercado, las preocupaciones giran en torno a oleoductos, no a reservas”, mencionó Andy Lipow, presidente de la consultora Lipow Oil Associates
Mientras tanto, un gerente de una estación de servicio en Raleigh, Carolina del Norte, previó que el producto se agotaría.
“Nos quedaremos sin gasolina antes de que caiga el sol si esto sigue así. Todo el mundo está viendo las noticias, ya sabes, se asustan, luego salen corriendo y compran gasolina. Están llenando bidones y todo”, dijo a AFP, al pedir su anonimato.
En este contexto, la empresa Colonial Pipeline optó por desembolsar cerca de cinco millones de dólares a los hackers que se encuentran en el este de Europa, para terminar con el devastador ciberataque, que obligó a cerrar la mayor red de oleoductos del país norteamericano.
La firma pagó el rescate en criptomoneda no trazables horas después de la infiltración, de acuerdo a un reporte de Bloomberg News, que cita a dos fuentes conocedores del proceso.
No todos está de acuerdo en el pago a hackers
De hecho, hay un fuerte debate sobre si en caso de este tipo de ataques, las empresas deben pagar para recuperar el control de sus sistemas.
Las personas que critican este proceso sostienen que alientan más atentados como el de Colonial Pipeline.
Nancy Pelosi, presidenta de la Cámara de Representantes, sostuvo que las empresas que son víctimas de ciberataques no deben desembolsar dinero para ser rescatadas.
Luego de obtener el efectivo, los hackers dieron a Colonial Pipeline una herramienta de descodificación para restaurar sus redes de computación afectadas, luego de recibir el pago, pero la empresa utilizó sus propios respaldos para ayudar a recuperar sus sistemas, ya que la herramienta era lenta, sostuvo en su reporte Bloomberg News.
Luego de seis días de interrupción en sus trabajos, el principal oleoducto de Estados Unidos que llega a transportar 100 millones de galones diarios de gasolina, diésel y combustible para aviones, comenzó a mover parte de sus hidrocarburos hasta el 13 de mayo.
El FBI señaló a una banda criminal conocida como DarkSide del ciberataque. El grupo no se atribuyó la infiltración, pero en la semana sostuvo que realiza sus acciones por dinero y no por movimientos nacionales o políticos.
