Era difícil de imaginar que el tema de los migrantes ocasionaría la primera crisis del gobierno de Joe Biden.
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Durante la carrera presidencial, el líder de los demócratas sostuvo que daría un trató más humano a las minorías, entre las que se encuentra este grupo.
Sin embargo, el cambio de administración y las palabras del propio presidente causaron una euforia desmedida entre los mexicanos y centroamericanos, y muchos de ellos se encuentran en la frontera sur o han sido detenidos.
Se malinterpretaron las palabras de Biden
Biden tuvo que salir a explicar que es probable que se hayan malinterpretado sus palabras.
“Lamento que no se haya entendido el mensaje. Lo que queremos es darle una mejor vida a los indocumentados que ya se encuentran en Estados Unidos, los dreamers ya son parte de nuestra gente. Pero si piensan venir, porque entendieron que yo lo dije y que soy una buena persona, el mensaje es claro: ‘No vengas, quédate en tu comunidad, pueblo o país’”, dijo el mandatario hace unos días.
Luego de que los congresistas alzaran la voz, al asegurar que lo que se vive en la frontera ya tiene tintes de crisis, pues no había pasado en años, el propio presidente ha recalcado el mensaje de no ir a este lugar y menos intentar pasar al territorio del país de las barras y las estrellas.
“Estamos en ese proceso ahora, lo que incluye reestablecer lo que se tenía antes, que podían quedarse en su país y presentar su caso. Es importante tener un orden”, dijo el residente de la Casa Blanca.
Al gobierno del líder de los demócratas le llueven las críticas; de hecho, Alejandro Mayorkas, compareció en cuatro programas el fin de semana pasado tratando de explicar los pormenores de los últimos días en la frontera y con los migrantes.
“Estamos expulsando a familias y adultos solteros, no a niños pequeños y vulnerables, a ellos debemos darles un trato más humano”, dijo el secretario del Departamento de Seguridad Nacional.
Los defensores de los derechos humanos y activistas aplauden que Biden quiera tratar de mejor forma a los inmigrantes, pero, incluso ellos, aseguran que el gobierno no estaba preparado para enfrentar este tipo de circunstancias.
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Fernando García, director de la Red Fronteriza por los Derechos Humanos, aseguró que desde el año pasado se informó a la nueva gestión lo que podía ocurrir en la frontera. “Desde diciembre advertimos a la administración de esta posible situación”, dijo.
Trump a la carga
Por si eso no fuera ya suficiente lastre para el gobierno de Joe Biden, ahora aparece Donald Trump, quien está posicionado para ser un contrapeso de su administración durante estos cuatro años.
En un comunicado, el exmandatario acusó a Mayorkas de inepto. “Le entregamos con orgullo a la administración de Biden la frontera más segura de la historia. En cambio, en el lapso de unas pocas semanas, ha convertido un triunfo nacional en un desastre nacional”, se lee en el escrito del magnate.
Incluso, hay demócratas que consideran que el gobierno debe hacer más para controlar la delicada situación en la frontera.
“Debemos de estar buscando soluciones, no ir a la frontera para tomar videos y fotos políticas. Es un momento crítico de este país para que los dos partidos se unan y busquen soluciones en el corto plazo”, dijo el representante Vicente González.
A la ya gran controversia se suman las críticas por la falta de acceso a la prensa a las dos visitas que ha hecho Mayorkas a la frontera y a los centros de detención.
Así, apenas con poco más de dos meses en la Casa Blanca, Joe Biden enfrenta su primera crisis social.