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La crisis causada por la pandemia del coronavirus sigue trayendo consecuencias en Estados Unidos.
Debido a que la principal economía del mundo se ha visto golpeada con casi 114.8 millones de contagios y más de 2.54 millones de defunciones, además de millones de empleos perdidos, a causa del COVID-19, las autoridades buscan soluciones para salir adelante en el corto, mediano y largo plazo.
Impuestos a ultramillonarios
De esta manera, la senadora demócrata Elizabeth Warren mantiene una batalla para persuadir a Joe Biden y a su equipo de trabajo para que respalden su propuesta de un impuesto a los ultramillonarios.
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Su primera tarea es convencer a la secretaria del Tesoro de su propio partido, Janet Yellen.
A pesar de que Warren elogió la elección de Yellen por el presidente Biden, al calificarla como “sobresaliente” para dirigir al Departamento del Tesoro, ahora se encuentran enfrentadas.
La secretaria Janet teme que un impuesto sobre el patrimonio sea demasiado complicado de implementar en el país de las barras y las estrellas, pues pudiera ocasionar “trampas” por los multimillonarios, como sacar sus recursos al extranjero.
“Janet y yo necesitamos tener una conversación sobre la implementación”, indicó Warren a CNN Business, tras presentar su Ley de Impuestos a Ultramillonarios.
Va por 3 billones de dólares
Con este proyecto se buscan recaudar hasta 3 billones de dólares para reconstruir la economía y combatir la desigualdad, mediante la imposición de un impuesto anual de 2% sobre el patrimonio neto de las propiedades y fideicomisos de entre 50 millones y mil millones de billetes verdes.
Los multimillonarios tendrían que enfrentar, así, un impuesto de 3 por ciento.
“Diseñamos este impuesto sobre el patrimonio basándonos en las experiencias de otros países que elaboraron un impuesto sobre el patrimonio y no siempre tuvieron éxito. Vimos dónde estaban los errores y nos aseguramos de ajustarlos para realizarlos en esta nación”, dijo.
Los principales críticos de la propuesta de Warren sostienen que gravar la riqueza sería todo un desafío, algunos lo llegan a llamar inconstitucional.
Tienen dudas
Una de las principales preocupaciones es cómo valorar los activos y evitar que los multimillonarios no escondan su dinero en el extranjero, con la finalidad de pagar menos impuestos. “Tiene problemas de implementación muy complicados”, dijo Yellen, exjefa de la Reserva Federal.
“La gente dice: ‘Bueno, los ricos hacen trampa, así que ni siquiera deberíamos intentar usar un impuesto sobre el patrimonio’. “Pero si los ricos hacen trampa, eso no significa que debamos simplemente rendirnos, bajar los brazos y dejar que paguen impuestos a tasas más bajas que todos los demás. Eso significa que debemos contratar más agentes de la ley y hacer que sigan las reglas por el bien del país”, defendió Warren su proyecto.
La reforma de la senadora no se queda ahí. Como parte de la iniciativa se tiene contemplada una auditoría incorporada de 30%; en otras palabras, cada año casi un tercio de todas las familias serían auditadas.
El proyecto exige aumentar el presupuesto del Servicio de Impuestos Internos en 100 mil millones de dólares para desarrollar la capacidad de la auditoría de la agencia y modernizar los sistemas de tecnología.
Además, el plan de la demócrata propone una “tasa de salida” de 40% sobre el patrimonio neto superior a 50 millones de dólares de cualquier ciudadano estadounidense que renuncie a su ciudadanía para tratar de evitar el impuesto.
“Una vez que hayas implementado el impuesto sobre el patrimonio, no es muy difícil monitorear año tras año. Si el año pasado alguien era propietario de una propiedad inmobiliaria, este año será mejor que sea dueño de esa misma propiedad inmobiliaria o tenga mucho dinero en efectivo de una venta, con lo que evitaría tener problemas con las autoridades”, dijo Warren.
