En la nueva película de acción para jóvenes adultos de Netflix ‘Ohana: el tesoro de Hawái’ conocemos por primera vez al personaje principal, Pilialoha ‘Pili»’ Kawena, de 12 años, interpretado por Kea Peahu, en las ajetreadas calles de Nueva York. Pili es una campeona de geocaching. Para cualquier persona de más de 30 años, el geocaching es un juego popular que se practica en todo el mundo y que consiste en utilizar la tecnología móvil para encontrar ‘cachés’, u objetos ocultos, utilizando el GPS. Esencialmente, es una búsqueda del tesoro del siglo XXI, y Pili es una gran maestra.
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Pero, después de ganar un importante torneo de geocaching, Pili y su hermano mayor, Loane, interpretado por Alex Aiono, reciben el golpe de tener que desarraigarse de su apartamento en Brooklyn y trasladarse a su O’ahu, Hawái, la ciudad natal de su familia, después de que su abuelo enferme. Cuando se descubre que su padre se ha retrasado en el pago del alquiler, el verdadero dilema entre lo urbano y lo rural se hace realidad: ¿venderá la familia su apartamento de Nueva York y se trasladará a Hawai? ¿O es que a papá le espera un gran cambio de cultura metropolitana?.
Como era de esperar, Pili y Kea no están nada impresionados cuando llegan a la zona rural de O’ahu: «huele a gente mayor y a decepción», comenta Lonae con tono inexpresivo, y, por supuesto, la conexión a Internet es irregular en el mejor de los casos.
Pero la valiente Pili no tarda en encontrar diversión en un diario que contiene un misterioso tesoro enterrado de hace 200 años. Naufragios, peligrosos obstáculos subterráneos a lo Indiana-Jones, rivalidades entre hermanos, un tesoro colonialista español, roces con la muerte, enamoramientos adolescentes, una pandilla de amigos que no se dejan, y una búsqueda motivada por salvar una casa familiar…
Para cualquiera que tenga menos de 30 años, este es el argumento del clásico de los 80 ‘Los Goonies’, transportado a Hawai, pero sin Cindi Lauper ni villanos inapropiados para su edad. Señalar esto no es una crítica. Los cuentos para jóvenes adultos suelen ser reimaginaciones y la guionista Christina Strain admite la influencia de ‘Los Goonies’ en su propio cuento.
Lo que hace que no sea un simple refrito es que el equipo de ‘Ohana: el tesoro de Hawái’ se esforzó por investigar e incorporar la cultura hawaiana a la película y dar representación a los héroes asiático-americanos y de las islas del Pacífico. El reparto y el equipo incluso se desplazaron a Tailandia para las escenas de las cuevas, ya que éstas se consideran ‘kapu’ (prohibidas) en Hawái porque suelen ser lugares de enterramiento.
Metro habló con Kea Peahu -que ahora tiene 13 años y que nació y creció en Hawai hasta que su amor por el baile hip hop y luego por la actuación llevó a su familia a trasladarse a Los Ángeles- sobre su experiencia en el rodaje de su primera película en el papel principal de Pili.
Una primera pregunta obvia para Kea es cómo la dicotomía urbano/rural ha jugado en su vida. Respondió que le ayudó a conectar con su personaje, pero que realmente le resulta imposible responder a la pregunta, ya que tiene bases firmes en ambos lugares. Curiosamente, quizá el mayor choque cultural para Kea fue rodar en Brooklyn en noviembre: las manos de la chica de la Costa Oeste se pusieron moradas por el frío.
Ebulliente, enérgica y sincera, Kea cree que hay tres mensajes clave que impregnan la película: cuidarse los unos a los otros como una familia, como ‘Ohana, cuidar la tierra y el medio ambiente, y también espera que inspire a la gente a aprender más sobre su propia cultura.
Kea está entusiasmada con lo que seguramente será un futuro muy brillante para este talentoso actor y bailarín, y describe la película como «una montaña rusa emocional para toda la familia, con la que la gente puede identificarse. Sobre todo, creo que es genial ver, desde el principio hasta el final de la película, cómo conectamos todos como ‘Ohana».
