A más de un año de combatir con el coronavirus, los médicos y especialistas aún siguen descubriendo elementos de la letal enfermedad.
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Cuando una persona se contagia, los síntomas pueden ir desde temperatura, dolor de cabeza y muscular, falta de olfato y gusto, mientras que otros individuos pueden permanecer asintomáticos cuando contraen el COVID-19.
Sin embargo, muchos de los enfermos siguen luchando con el virus aún después de haber resultado negativos.
Enfrentan el síndrome post COVID-19
Y es que la pandemia tiene como uno de sus efectos el llamado síndrome post COVID-19, que en algunos pacientes puede durar semanas o meses, mientras que en otros es probable que tengan secuelas de por vida. Los pulmones, el corazón y el cerebro son los más afectados.
“No sabemos si estas secuelas son temporales o llegaran a ser permanentes una vez que pase el tiempo se podrá determinar la duración de las mismas.
“Digamos clínicamente que se manifiesta con esta falta de respiración o sensación de aire en las personas que puede llegar a ser crónica y requiere de rehabilitación pulmonar para paulatinamente alcanzar la capacidad antes de la enfermedad. Las secuelas han sido documentadas como falta de capacidad receptiva y en la capacidad cognitiva o algunas lagunas mentales”, dijo el doctor Ángel Israel Nuño, director de Promoción a la Salud de la Secretaría de Jalisco, a Milenio.
Los especialistas revelan que aún desconocen mucho sobre el coronavirus, pero a partir de experiencias con otras enfermedades respiratorias han aprendido que mientras más fuerte sea el cuadro, hay más posibilidades de que aparezcan secuelas a corto y mediano plazo.
Tedros Adhanom Ghebreyesus, director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), indicó que las secuelas pueden oscilar entre fatiga, tos, dificultad al respirar, inflamaciones y heridas en importantes órganos, que incluyen pulmones y corazón, o incuso efectos neurológicos y psicológicos en algunos pacientes.