Podrían parecer cliché las recomendaciones de las autoridades y especialistas para cuidarse del coronavirus. La verdad es que no lo es y la realidad es aún más cruda que los números.
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Si ya de por sí las cifras son alarmantes, lo que ha vivido José Martín Chávez Enríquez impacta a cualquiera. Son 16 familiares los que ha visto perder la vida.
Es el vivo ejemplo de que se debe tener excesos de cuidados con el coronavirus.
Acudiron a un velorio y se contagiaron
El originario de Tultepec, Estado de México, perdió a su madre a causa de la pandemia, pero también ha lamentado el fallecimiento de tíos y primos durante el año de la crisis sanitaria.
El mexicano de 32 años recuerda que el año pasado murió un tío lejano por coronavirus. Gran parte de la familia decidió ir al velorio en Cuautitlán Izcalli, dejando de lado las normas de sanidad o sin saber que se exponían al riesgo de contagiarse.
Como consecuencia, muchos parientes se infectaron del SARS-CoV-2.
“El virus arrasó, acabó con casi toda la familia. Fueron enfermando y muriendo. Mi mamá de 62 años estuvo en cama, pero se puso grave y la tuve que llevar al Hospital Vicente Villada, en Cuautitlán, no logró sobrevivir y falleció el viernes pasado. La incineré y tengo sus restos en mi casa, porque ni tiempo de ir al panteón”, lamentó José Martín Chávez.
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Por si fuera poco, su abuelo y tres tíos también perdieron la vida a causa del mortal virus.
La pandemia ha tratado muy mal a la familia Chávez Enríquez. Él es dueño de un spa que se encuentra cerrado por el semáforo rojo, y ha tenido que recurrir a sus ahorros para solventar los pagos de doctores, oxígeno y fármacos. “He gastado como 80 mil pesos, los demás familiares llevan cerca de 200 mil”, dijo a Milenio.