Aunque es el mismo virus, cada gobierno tiene la libertad de enfrentarlo como mejor le parezca y según sus recursos.
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Por esa razón, algunos países toman decisiones de cerrar las fronteras o decretaron toques de queda, mientras que otros comienzan a mover su economía interna poco a poco con miras a la normalidad.
México, en el fondo de estímulos fiscales en pandemia
Así pues, los estímulos fiscales también son una determinación que solucionó cada administración federal.
De acuerdo a cifras del Fondo Monetario Internacional (FMI), divulgadas por el Instituto Internacional de Finanzas, México y Uganda fueron los países que menos estímulos contracíclicos dieron para sobrellevar el impacto del cierre de actividades económicas por el coronavirus el año pasado.
En una lista que contiene a 84 naciones, se aprecia que ambos países brindaron menos de un punto del Producto Interno Bruto en sus estrategias de estímulo fiscal.
¿Qué es un estímulo fiscal?
Un estímulo fiscal consiste en diversas formas de reducir o exentar el pago de ciertos impuestos, estos se conceden cumpliendo ciertos requisitos para la realización de determinadas actividades consideradas de interés público por el Estado.
A la cabeza
En cambio, países como Alemania e Italia optaron por aportar apoyos cercanos a 40% del PIB.
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Sorprende que economías emergentes, como el gobierno africano de la República de Mauricio destinó un apoyo de cerca de 35% del PIB, mientras que la República Checa dio 20% del Producto a esta emergencia.
México también se encuentra lejos de los países de América Latina que más brindaron estímulos fiscales, pues Brasil y Perú otorgaron 15% del PIB.
Analistas de la calificadora Moody´s sostienen que “la respuesta fiscal poco agresiva de México ha generado presión en los negocios y hogares, y claramente contribuyó muy poco para contener el impacto económico de la pandemia del coronavirus”.
Para los analistas de la calificadora de riesgo, citados por El Economista, “en ausencia de un apoyo material de parte del gobierno mexicano seguirán deteriorándose los niveles de ingreso y empleo, pues los pequeños negocios continuarán quebrando.
“Las quiebras de negocios seguirán afectando la demanda doméstica y la posibilidad de tener una rápida recuperación, pues dejarán una profunda cicatriz en la economía mexicana”, sostuvieron.