En ocasiones la vida puedes llegar a ser muy injusta. Y tal vez no haya una impotencia mayor que no ser reconocido por tu esfuerzos, obras y trabajos.
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Sin embargo, estas acciones a algunos les pueden pegar demasiado, mientras que para otros sólo quedará en el olvido.
Tal es el caso de Santos Motoapohua de la Torre, cuya obra es tan grandiosa como comentada. Desafortunadamente, la polémica que creó se debió a malos tratos hacia el artista huichol.
Su trabajo titulado «Pensamiento y alma huichol» consiste en un mural de 2.4 por tres metros, y está hecho en su mayoría de chacarita. Con sólo ver la obra se puede percatar que es una realización que lleva meses de trabajo, hasta ocho según el autor.
Su obra a Francia, pero sin reconocimiento
En 1997, cuando terminó este trabajo, la administración de Ernesto Zedillo regaló la obra a Francia.
Así, el indígena huichol tuvo la satisfacción de que su proyecto se exhibiera en el Palais Royal Musée du Louvre de París.
Pero lo malo fue que hasta la fecha nunca se le dio dinero al autor por su espléndido trabajo.
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Todo lo contrario, la obra fue montada de forma incorrecta, ya que según sus palabras, se debe leer de abajo hacia arriba como crecen los árboles o las personas; además, fue ignorado y ni siquiera recibió una invitación para la presentación.
Por esa razón el documental “Eco de la montaña”, del cineasta Nicolás Echevarría y el productor Michael Fitzgerald, exhibió los abusos al artista huichol.
Como la mayoría de los índigenas, Santos Motoapohua, de 68 años, se describe como una persona normal, y ni siquiera se considera un artista.
Aunque cuenta con murales expuestos en Francia, Estados Unidos, Zacatecas y Nayarit, continúa su vida en una zona tranquila en el norte de Jalisco, una población que no cuenta con servicios básicos.
Su obra lo ha llevado a conocer Emiratos Árabes y Alemania, pero confiesa que no le interesa comerciar con su trabajo, y sólo busca retratar los aspectos de la cosmovisión huichola.
