Aunque los especialistas y las autoridades lo previeron, y se hizo todo lo posible para evitarlo, Europa sufre de nuevo la pesadilla del confinamiento y las normas estrictas para contrarrestar el segundo brote de la pandemia del coronavirus.
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La baja de las temperaturas de fin de año en suma con la relajación de la sociedad y el incremento de las actividades haría que los casos de COVID-19 se incrementaran desde noviembre y hasta inicios de 2021, alertaron en su momento los científicos.
Revueltas por restricciones
Ahora es una realidad y muchos países han vuelto a lo que ocurrió en marzo pasado. Las medidas ocasionaron revueltas por parte de grupos de derecha y antisistema.
Como en España, donde se impuso un toque de queda nocturno nacional, y gran parte de sus regiones dictaron cierres perimetrales para impedir viajar. La decisión se toma debido a que el país ibérico es el tercero con la mayor tasa de mortalidad, con 77 de cada 100 mil habitantes (sólo debajo de Perú y Bélgica).
La decisión ocasionó el fin de semana protestas por dos noches consecutivas, en las que hubo enfrentamientos con la policía, vandalismo y saqueos.
Pero el país ibérico no es el único del Viejo Continente que antepone la salud a las protestas de sus ciudadanos, muchos hartos del confinamiento por la pandemia.
Más de una decena vuelven al confinamiento
Son cerca de 14 naciones las que tratan de hacer frente a los contagios que se elevaron en una semana hasta 41% para alcanzar más de 10 millones de casos y cerca de 300 mil muertos, La posibilidad de colapsar los hospitales está latente.
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En Italia ya se volvió a realizar un toque de queda en varias zonas, hay cierre de bares, restaurantes, gimnasios, cines, salas de conciertos, y el gobierno contempla mandar a confinamiento a las grandes ciudades.
En Francia también se regresó al encierro, lo que provocó la molestia de los vendedores, que consideran la medida desleal con los grandes comercios, que siguen abiertos.
Mientras que en Reino Unido es probable que el confinamiento se prolongue hasta inicios del próximo mes, de acuerdo al ministro Michael Gove.
En tanto, Portugal decretó un estado de emergencia, y Alemania contempla el cierre durante noviembre de la gastronomía, ocio, cultura y deporte aficionado, aunque las escuelas permanecen abiertas. Austria también anunció un segundo confinamiento durante todo noviembre.
Grecia volvió al encierro con la intención de salvar la Navidad, según el primer ministro Kyriakos Mitsotakis. Y en Bélgica las autoridades pidieron no salir de compras el fin de semana, tras el endurecimiento del confinamiento por mes y medio.
Todo esto sucede en el Viejo Continente, mientras América Latina se debe preparar para un muy probable rebrote del coronavirus.