En el segundo día de su audiencia de confirmación como magistrada a la Corte Suprema ante el Senado, la jueza Amy Coney Barret se mostró segura de sí misma, pero también cuidadosa a la hora de enfrentar temas polémicos.
Amy Barrett, sin apuntes
Un detalle que llamó la atención en la reunión con Barrett fue cuando el senador republicano John Cornyn le solicitó que mostrara todo lo tenía delante de ella, sobre la mesa.
Con una ligera sonrisa, la jueza enseño las hojas con el membrete del Senado, sin ninguna anotación.
Cornyn, que comentó que todos sus colegas tenían bastantes notas en la sala, le dijo a Barrett que es «impresionante» que aborde un examen como de esta magnitud sin apoyo.
Sobre el Obamacare
Si bien es cierto que con esta acción ganó en confianza, y su acción fue alabada, incluso, por Kellyanne Conway, exasesora de la Casa Blanca, a la hora de enfrentar temas delicados y controvertidos optó por evadirlos.
“No soy hostil a ACA”, dijo sobre la Ley de Cuidados Asequibles de Salud ante la insistencia de los demócratas sobre la amenaza de la supervivencia de la reforma conocida como Obamacare.
En más de una ocasión, Barrett se negó a posicionarse sobre el caso de la norma que se presentará al Alto Tribunal, el próximo 10 de noviembre.
Esquiva cuestiones sobre el aborto
Sobre el aborto, otro tema esperado en la audiencia, la nominada por Trump para tomar el lugar de la difunta Ruth Bader Ginsburg, tampoco mostró certeza.
«No puedo comprometerme prematuramente. No tengo una agenda para tratar de revertir casos específicos», dijo, sobre el cuestionamiento de si la decisión de la Corte Suprema que lo legaliza debe cambiarse.
Sus creencias y las elecciones
Su ideología y devota creencia católica también fueron temas tocados por los senadores. Lindsey Graham, presidente del comité, le cuestionó sobre su filosofía legal conservadora, conocida como originalismo, que afirma que las leyes y la Constitución son interpretadas de acuerdo al significado que tenían cuando entraron en vigor.
«Ese significado no cambia con el tiempo y no es tarea mía actualizarlo o infundirle mis propios puntos de vista sobre política», comentó Barrett.
Graham la cuestionó sobre si podría dejar de lado sus creencias religiosas cuando tome decisiones en la corte. La jueza sólo se limitó a decir: “Puedo”.
Otro punto álgido en la audiencia fue el tema tocado por Trump de postergar las elecciones, si sospecha de un posible fraude. «Si esa pregunta me surgiera, necesitaría escuchar argumentos de ambas partes, leer resúmenes, consultar con mis colegas», evadió la jueza.