El presidente de Estados Unidos vive en el ojo del huracán. Es una forma de vida a la que se ha acostumbrado desde hace mucho tiempo. Ahora, cuando se encuentra en plena campaña para su reelección, la exmodelo Amy Dorris lo acusa de acoso sexual.
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La mujer de 47 años levantó la voz, al señalar que el 5 de septiembre de 1997, el magnate y ahora mandatario la agredió, mientras se celebraba el US Open.
«Me metió la lengua hasta la garganta yo le empujaba», indicó Doris en una charla con eldiario The Guardian, para complementar que después su agresor comenzó a tocarle «el trasero, los pechos, la espalda, todo», dijo la chica, que sufrió la supuesta agresión cuando tenía 24 años.
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El acoso sexual que vivió la exmodelo hace 23 años le ocasionó problemas mentales, pues asegura que se sintió «violada» y «enferma».
La también actriz que ahora reside en la Florida, recordó que ella tuvo que empujar a Trump, de entonces 51 años. Incluso señaló que opto por morder la lengua del empresario para que se alejara.
En ese entonces el mandatario estadounidense estaba casado con su segunda esposa, Marla Maples. Ahora, a través de sus abogados, el líder republicano ha negado categóricamente las agresiones a Dorris.
En tanto, la exmodelo ha aportado «pruebas» de su versión de los hechos, entre ellas una entrada al torneo de tenis US Open y seis fotos en las que aparece en Nueva York con el magnate inmobiliario.
¿Por qué no denunció antes el acoso sexual?
Dorris, madre de dos hijas gemelas, sostuvo que se planteó hacer pública la agresión en 2016, cuando otras mujeres denunciaron acoso de Trump, pero no lo realizó debido a que creyó que perjudicaría a su familia.
Ahora siente que quiere ser «una referencia» para sus niñas, quienes con 12 años, deben saber que «no hay que permitir a nadie hacerte nada que no quieras».
«Quiero que vean que no me callé, que confronté a alguien que hizo algo que era inaceptable», afirmó Dorris, que conoció a Donald Trump a través de su novio de entonces, Jason Binn, fundador de revistas y marcas de lujo.