Es un día complicado para muchos migrantes en Estados Unidos. La Corte de Apelaciones del Noveno Circuito le dio la razón al presidente Donald Trump, para terminar con el Estatus de Protección Temporal (TPS, por sus siglas en inglés).
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Con esta decisión, que terminó dos a uno, se verán afectados hasta 300 mil ciudadanos de El Salvador, Nicaragua, Haití y Sudán.
De hecho, no sólo estarán perjudicadas estas personas, sino que también sus familias recibirán un duro golpe. Pero, por si fuera poco, la misma nación nortemericana tendrá un impacto económico a mediano y largo plazo.
“El panel anuló una orden judicial preliminar que prohibía implementación de decisiones de rescisión de designaciones del Estatus de Protección Temporal (TPS) de Sudán, Nicaragua, Haití y El Salvador, y en prisión preventiva”, dijo la jueza Consuelo Callahan.
El panel de jueces halló que un juez federal de California, que decidió mantener el programa de protección temporal, tomó una decisión extrema para bloquear la terminación de este proyecto que otorga perdón de deportación y autorización de empleo.
Durante cerca de dos décadas, las administraciones pasadas, sin importar el hecho de ser demócratas o republicanas, renovaron el estatus de TPS, pero el presidente Donald Trump terminó el programa en noviembre de hace tres años, aunque los tribunales habían bloqueado temporalmente sus esfuerzos.
En cálculos generales, dar por terminado el programa también golpea al país con cerca de 45 mil 200 millones de dólares de PIB durante una década.
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Reaccionan organizaciones defensoras de migrantes por fin del TPS
Las organizaciones defensoras de migrantes no se quedaron calladas y levantaron la voz.
Church World Service destacó que más de 130 mil trabajadores esenciales durante la pandemia de coronavirus podrían verse afectados por la decisión.
Los estados con más inmigrantes del programa que están en la primera línea contra el COVID-19 son Florida, con dos mil 900; California, con dos mil 700; y Nueva York con dos mil 100.
