Mulán (1998) fue una película que marcó a varias generaciones porque por primera vez en toda la historia de Disney, no había una princesa cantarina y danzante con pajaritos alrededor. Esta joven china cantaba, sí, pero también se enfundaba la espada para combatir por su padre y salvar a la China Imperial en un viaje épico y con hazañas fantásticas que la consagraron como un nuevo personaje femenino que abrió el camino a guerreras como Mérida, de “Valiente”. Mulan: la belleza del género Wuxia a través de la moda
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Por eso, era inmensa la labor que tenía Disney al recrear la historia de la guerrera china en live action, más con la riqueza milenaria de un imperio y aún más con todo el preciosismo de su tradición e historia cinematográfica. Sobre todo con un género que ha sido reconocido incluso en Hollywood por su belleza estética y su artesanía: el Wuxia, donde se mezcla un contexto histórico, belleza estética y leyendas épicas, más por supuesto, artes marciales.
Mulan: la belleza del género Wuxia a través de la moda
Por esta razón, el vestuario tenía que ser similar. Bina Daigeler fue la encargada de la titánica tarea de reconstruir la China Imperial y esta leyenda milenaria. Estas fueron las claves para darle a Mulán, con su vestuario, el tono legendario que la caracteriza
China a través de sus colores
Con tanta tradición y esplendor, con tantos milenios de historia, Daigeler tuvo que documentarse sobre historia china, sobre todo a la hora de mostrar su visión a través del color. “Cada color cumple una función. Por ejemplo, el amarillo en esa época en China estaba reservado al emperador. Y el negro significa algo, y el rojo significa otra cosa. Hicimos una exhaustiva investigación para documentarnos sobre el significado de cada color; y dónde usar tal o cual color o cómo usarlo. Luego de esto, al querer que el vestuario fuera fresco, positivo y optimista, fui a un taller enorme con distintos departamentos encargados de las telas y de ‘descomponer’ las prendas. Ellos realizaron un trabajo de teñido maravilloso. Yo compré numerosos tejidos naturales a los que teñimos en distintas gamas de amarillos, rojos y azules”, explica la diseñadora.
Un homenaje a través del rigor
Esto, se extendió, claramente, a los detalles de las armaduras y trajes. Daigeler tuvo que ir más allá del color y entender la intencionalidad de cada adorno y pieza. Y así, homenajear a una cultura y a un país que la preserva como casi ningún otro en el mundo: “Como primer paso era importante profundizar acerca del significado que tiene para China, porque todos estábamos interesados en hacerlo bien, recordando, por supuesto, que es un relato folklórico que se ha transmitido a lo largo de los siglos. Pero mis trajes están basados en mi investigación histórica, además viajé por China y visité los principales museos, y compré infinidad de libros”, afirma.
Además, al rodar en Nueva Zelanda, tuvo la fortuna de tener espacio para confeccionar los trajes para los ejércitos y demás personajes de reparto. Muchos de ellos se hicieron a través de la impresión 3D y, con un equipo de 40 personas, también crearon trajes con texturas que compraron por todo el mundo para poder hacerlo.
Dentro de la producción
Luego de investigar, Daigeler y la directora, Niki Caro, así como el diseñador de producción, Grant Major, se comunicaron a través de la virtualidad.
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La diseñadora armó moodboards con ideas para cada personaje y con el trabajo previo de Major, se unieron estas ideas al proceso de desarrollo. Asimismo, hay guiños a la película original: “Todos estos trajes son mucho más elaborados que en la película original, pero por supuesto que tomé ideas y me inspiré en algunas pequeñas cosas como quizás el uso del mismo color. Estoy segura de que los fans de Mulán lo notarán”, expresó Daigeler.
Trayendo a Mulán a la vida
Bina Daigeler ya había trabajado con la actriz Liu Yifei y esta, en la primera prueba de vestuario, afirmó sentirse como Mulán a sus 16 años, en la aldea. Pero más allá, el trabajo con su armadura fue arduo: “Para mí también era importante realizar numerosas pruebas con su armadura. El taller creó varios tipos de armadura para todas sus secuencias de acción. Por un lado, teníamos su armadura para montar a caballo, su armadura de hermosa heroína, la armadura de combate y la armadura que viste cuando se halla bajo el agua. Todas están hechas con telas diferentes y estructuras diferentes para adaptarlas a sus secuencias de acción, ya que ella realiza muchas de sus propias escenas de riesgo. Era realmente importante que pudiera moverse libremente en su armadura y con todos sus trajes; que todo fuera perfecto para ella y que su traje no se interpusiera en ninguno de los retos que tenía que enfrentar”, explicó la diseñadora.
“Estábamos interesados en hacerlo bien, recordando, por supuesto, que es un relato folklórico que se ha transmitido a lo largo de los siglos. Por eso investigamos arduamente sobre China y su cultura”
Caracterizando a las estrellas del Wuxia
Donnie Yen y Jet Li, leyendas de las artes marciales, el cine y el género Wuxia (ambos fueron protagonistas de la bellísima “Héroe”, de 2002) interpretan respectivamente al comandante Tung y al Emperador, por lo que había que darles majestuosidad y dignidad.
En el caso de Tung, Daigeler ideó “un diseño basado en una vieja pieza de armadura que vi, que tenía el estampado de un dragón. Yo incluí este diseño como parte de la armadura”, afirmó. “El resto de la armadura está basado en figuras de animales que tenían en la dinastía Tang. Así que toda la armadura de Tung está basada en ese estampado de animales de la dinastía Tang. A Donnie Yen le fascinó de entrada. Para él, lo hacía verse fuerte y poderoso”, afirmó.
Por otro lado, la diseñadora quería reflejar el poderío del emperador de China, sobre todo en sus trajes de la sala del trono. Viajó a Singapur par hacer la primera prueba con Jet Li y el resultado fue más que satisfactorio. “Sus hijas estaban allí y los aprobaron a todos, y estaban fascinadas de verlo como el emperador de Mulán. A él realmente le encantó eso. Creo que su armadura es imponente, y estoy muy contenta con cómo se ve con su armadura completa. Está toda bordada y cosida a mano. Es realmente impresionante ver su look definitivo”, complementó.
+1000 trajes se diseñaron para la producción.
Gong Li y Jason Scott Lee: nuevos villanos
En la película animada, se hablaba de un líder que bien podría representar a los mongoles o a los hunos. Esta vez, hay una bruja que quiere poner en jaque al imperio chino, Xianniang, interpretada por una de las mejores actrices chinas: Gong Li. Por eso, su vestuario tenía que emular la fuerza de su personaje: “Pasamos de un diseño a otro, pero luego de la primera prueba de vestuario con Gong Li, y que ella nos diera su opinión y nos detallara cómo iría a abordar su personaje, le encontramos la vuelta y la dirección en la que queríamos ir. Sus trajes fueron sumamente laboriosos porque estaban todos cosidos a mano y confeccionados en cuero, y debíamos asegurarnos de que se pudiera mover bien en ellos”, expresó Daigeler.
Asimismo, tuvo que esforzarse con Böri Khan y darle desarrollo desde su apariencia. “Primero diseñé a los rouranos. Una vez definido eso, realicé tableros de diseños para su personaje y trabajé junto con Niki para lograr el aspecto que deseábamos. Ella quería que tuviera líneas claras y definidas, y yo quería que todo el traje se moviera con él cuando monta a caballo o en plena acción. Usamos cuero negro para su diseño y muchas texturas. Una vez que Jason Scott Lee se probó los trajes, todo cobró forma. Era sencillamente la persona indicada y, con el traje, de repente fue como: ‘¡Cielos!… aquí está Böri Khan’. Luego, con el maquillaje que realizó Denise Kum, se veía increíble. Creo que es realmente extraordinario ver cómo funciona todo junto”, explicó la diseñadora.