Desde 2017, Britney Spears mantiene una relación sentimental con el modelo y entrenador, Sam Ashgari, ambos se conocieron durante el rodaje del videoclip de su canción “Slumber Party”.
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Desde el inicio, la pareja decidió mantener su relación fuera de las redes sociales, por lo que ninguno de los dos es afín a publicar cosas del otro, y a pesar de sentirse listos, aún no pueden casarse por un fuerte motivo.
La razón ha sido bastante polémica, y es que desde hace unos meses la cantante quedó nuevamente bajo la tutela de su padre, Jamie Spears y, con ello, perdió muchas cosas a nivel de decisiones.
Ante esta situación, la ley establece que la intérprete de “Toxic” no puede votar, casarse, tener más hijos y hacer uso de su propio dinero.
De acuerdo con el maquillador personal de la cantante, Sam Asghari, ha tenido que pasar un infierno para estar con Spears, y ha intentado un sinfín de cosas para que ella mejore.
Desde 2007, Britney vive bajo la supervisión de su padre por todos los problemas de adicciones y estabilidad emocional que tuvo.
La cantante lleva ya años alejada de las drogas y los excesos, por lo que se opone rotundamente a que su padre siga siendo su tutor legal, ya que hace un año Jamie Spears renunció a esta responsabilidad debido a problemas de salud.
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De acuerdo con el papá de la cantante, su hija mayor está mejor desde que está con él, pero ella pidió en la Corte de California tener su propio equipo de abogados. Mientras, su representante, Larry Rudolph, aseguró que por el momento la bella artista no está en condiciones de volver a subirse a un escenario.
Desde que la cantante y Sam Asghari comenzaron su relación, el entrenador personal ha tenido que lidiar con las trabas del padre de la intérprete para que ambos puedan estar juntos.
Por otra parte, se sabe que Britney ha ido ganando poco a poco independencia y, por lo menos, tiene el control de sus propias redes sociales, donde publica a menudo fotos de sus estilismos y vídeos bailando.