Retail Revolution: Así cambió (y cambiará) tu forma de comprar

Ante el embate del e-commerce las tiendas en físico, sobre todo en capitales como Nueva York, quieren cambiar el juego.

Luz Lancheros, MWN

 Varios medios han llamado al cierre de múltiples tiendas este año como el “Apocalipsis del retail”. Pero antes que ceder al alarmismo, lo que ha cambiado son las formas de comprar y eso se ve con los modelos de negocio como los pop ups y los flagships, que han vivido una suerte distinta. Especialmente, el primer modelo (pensado para rotar los productos y conceptos de la tienda por un determinado tiempo y así dar rentabilidad) ha tenido un auge particular en países como Estados Unidos e Inglaterra. En el primero, las cifras de sus ventas llegaron tan solo a 10 billones de dólares (según el portal especializado Pop Up Republic); y en el segundo, este negocio vale 3 billones de dólares.

Una de las características del éxito de estos modelos de negocio ha sido enfocarse en darle una experiencia única al cliente. Los pop up presentan de manera divertida la ropa e incluso tienen pasarelas y otras experiencias adicionales de compra. De hecho, algunos han sido tan exitosos en el tema online y real (como “Goop”, el controvertido portal de la actriz Gwyneth Paltrow), que muchos quieren tiendas a término fijo.

Por otro lado, la idea no es nueva: Hermes tuvo su “Silk Bar” en 2013, Prada le invirtió a un espacio lujoso y amplio en París, Reebok puso una galería de arte y Melissa, en Sao Paulo, tiene rotación de artistas en consonancia con sus famosos zapatos de plástico. Adidas y Louis Vuitton también hicieron los suyos. Desde ahí, el pop-up ha sido la salvación del retail. Pero, si se habla de diseño de autor –y a diferencia de estas marcas con fuerte músculo financiero– lo que le hace valioso ante la crisis es que las ideas van más allá de un espacio bien diseñado.

Nuevas estrategias de venta

Las marcas se han enfocado en moverse y en hacer que la experiencia de compra sea única. Algunas se alían con lugares estratégicos, como hoteles, otras son móviles y se ubican estratégicamente afuera de eventos masivos. Otras se enfocan en mostrar de dónde viene el producto y de hecho ayudar a diseñadores emergentes en todo el proceso productivo .

“La moda debe ser hoy colaborativa. Sabemos cuán competitiva puede ser la industria y estamos aquí para cambiar eso”, explica a Metro Elizabeth Solomeina, diseñadora de joyas y creadora del pop-up store Flying Solo, espacio en Nueva York que tiene a 60 diseñadores independientes en un espacio de 7000 pies cuadrados (650 metros cuadrados), en donde se muestran nuevos creadores, que colaboran con estilistas (y viceversa) y que no tienen que pagar comisión por cada pieza vendida. De hecho, ellos ayudan con los costos administrativos, las redes sociales de la página y también orientan al cliente en su experiencia de compra a cambio de pagar una membresía. Trabajan esta temporada bajo el concepto de Bauhaus y presentarán 400 looks.  Metro habló con Solomeina sobre esta nueva experiencia de compra y el cambio del negocio del retail.

Q&A

 Elizabeth Solomeina, co-fundadora del pop-up Flying Solo, Nueva York.

 

 ¿Cuándo, cómo y por qué decidieron crear este modelo de negocio?

Partió de la necesidad de diseñadores como nosotros de mostrar nuestro trabajo y mostrar nuestras marcas de una manera inteligente. Así, también tener un lugar central para interactuar con estilistas y la prensa. Pero creció mucho más que eso, con más beneficios que no imaginábamos.

Ahora, si hablamos de modelo, tenemos una idea básica para comenzar. Sentimos que el retail podría ser hecho de mejor manera y que podría beneficiar a los diseñadores en verdad. Ha evolucionado a través del tiempo, pero nuestro modelo es proveer recursos a los diseñadores y estos hacen el trabajo. Así que, por ejemplo, un estilista viene para hacer una editorial y uno de los diseñadores que está en la tienda puede asistirlo. Eso es lo que hace que nuestro modelo sea tan efectivo y la experiencia para un diseñador es invaluable. Y porque, nosotros como diseñadores hacemos el trabajo juntos, así podemos conseguir recursos. Una gran tienda en una zona comercial de Manhattan, un gran pool de estilistas, prensa y compradores, presupuesto para márketing, etc.

Uno de sus distintivos es no pedir comisión por cada pieza vendida. ¿Por qué?

Para eso mismo: beneficiar a los diseñadores y sostener sus negocios. Muchos creadores brillantes no son, infortunadamente, los más exitosos. Por eso necesitan adquirir nuevos clientes para que su negocio sea rentable. Y eso también requiere exponerse para tener nuevos clientes y así ser notado en los medios y en la cadena productiva.

¿Tu crees que los retailers están muriendo ante el modelo e-commerce?

No, pienso que vivimos una época en donde la tienda tradicional ya no funciona más. Creo que vivimos un cambio para una experiencia más rica de compra. Personalmente , amo las tiendas donde la compra es una experiencia y cómo se ofrecen las piezas.

¿Cómo funciona el negocio con los compradores?

Estos vienen todo el tiempo a la tienda. También gente de boutiques pequeñas, porque saben que es más fácil comprarle directo al diseñador y pueden saber qué compran. Los de tiendas más grandes vienen a mirar qué hay de nuevo, pero muchos de nuestros diseñadores no están interesados en producir grandes pedidos.

¿Qué es lo revolucionario de la tienda y qué puede vivir un consumidor en Flying Solo?

Que es bueno para todos, sobre todo para quienes aman tener una gran experiencia de compra. Los diseñadores son los que manejan toda la experiencia de retail y esto hace que comprar sea más disfrutable y gentil, sobre todo a la hora de ver el producto. Flying Solo no solo conecta a los diseñadores, también hay elementos en cómo manejamos la tienda que crecen y evolucionan para darle a la experiencia de shopping algo novedoso.

 

Pop- ups interesantes para experimentar

 

Melissa / Sao Paulo

La famosa marca brasilera muestra rotación de artistas y conceptos a través de su tienda en la que los zapatos se encierran en burbujas y otro tipo de presentaciones conceptuales. Está ubicada en la famosa calle Óscar Freire.

Brand Assembly / Los Ángeles, Nueva York

Creada en 2013, es un espacio de coworking hecho para apoyar al diseñador brindándole estudio de trabajo, oficina, ayuda para su negocio, espacio para su show y también vendiendo sus productos online (así como preparar a la marca para el e-commerce).

Tictail/Nueva York

Tiene más de 100 mil creadores emergentes en su tienda de Internet, a los que también promueve en su flagship store del Lower East Side.

Ejder / Londres

Desde 2014, tiene tienda física como online, con marcas independientes y famosas.

 

 

 

 

Tags

Lo Último


Te recomendamos