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Connie Nielsen sobre los sexismos estúpidos y sobre interpretar a la madre de “Wonder Woman”

“No creo que esta gente sienta vergüenza o se cuestione sobre ese tipo de sentimientos”, dice la actriz.

Cuando hablamos con la actriz Connie Nielsen sobre “Wonder Woman” hace dos semanas, la película basada en el cómic estaba aún misteriosamente fuera de la controversia. “Men’s Right’s Activists” no la había atacado aún. No había llamados al biocot. Parecía (y aún parece) que no tendría el mismo destino que tuvo “Ghostbusters” el pasado verano.

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Y entonces, a fines de al semana pasada, el cine Alamo Drafthouse anunció la presentación de todas las mujeres que participan en la última entrega de DC. Y los hombres estúpidos alzaron la voz. Alegaron que no había hombres, y que esto también era sexismo. Para su crédito, Alamo respondió brillantemente, avergonzando a los enemigos y llevando al público a apoyar a esta primera película basada en la historieta cómica femenina en esta era de los superhéroes.

En “Wonder Woman”, Nielsen interpreta a Hippolyta, reina guerrera de una dimensión alternativa y madre de nuestra heroína, la Diana de Gal Gadot. La actriz danesa de 51 años (“Gladiator”, “One Hour Photo”) habla sobre porqué deberíamos juzgar a “Wonder Woman” como a una gran película en general, no solo como una gran película protagonizada por una mujer, y sobre la extraña obsesión de Hollywood por hacer héroes a hombres blancos.

Hasta ahora, los “Men Rights Activists” han estado muy callados sobre “Wonder Woman”

– Vamos a ver. Verás algo de misoginia, seguro. Pero hasta ahora, todo bien.

Ellos no pueden estar totalmente callados. Quizás no les importó a todos, y algunos descubrieron lo que es la vergüenza.

– Creo que esas personas no conocen el significado de la palabra “vergüenza”. No creo que esa gente sienta vergüenza o se cuestione sobre ese tipo de sentimientos. Ese es el punto. Es una reacción al miedo. Su maquillaje emocional no está desarrollado.

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Esta no es una película que se haga muchos problemas con mostrar a una mujer pateando traseros. Ella solo lo hace, y es confuso que haya gente que se sorprenda por eso.

– No estamos tratando de probar nada. No lo necesitamos. Me gustaría que esto pudiera ser solo una gran película de superhéroes, ¿sabes? Porque justamente es una gran película de superhéroes. Hay muchas cosas buenas en esta película.

Hay muchos mensajes positivos, que no siempre se ven en Hollywood.

– Eso es verdad. Mi hijo menor tiene 10 años, y me sigo preguntando si es que algunos de los productores y directores y guionistas son realmente inconscientes de cuán extraño es que siempre el líder sea automáticamente un hombre blanco heterosexual. Hay cinco personas, dos de las cuales son mujeres y otras dos de distintas razas. Y por supuesto que ellos escogen al blanco heterosexual para que lidere al grupo. ¿Es que nadie se da cuenta de lo anacrónica que es esa visión?

Me sigo preguntando si es que algunos de los productores y directores y guionistas son realmente inconscientes de cuán extraño es que siempre el líder sea automáticamente un hombre blanco heterosexual»

El hombre blanco heterosexual es el que es usualmente nuestro guía hacia el mundo mágico de la diversidad. Los afiches están llenos de gente de distintas razas, pero siempre el blanco está en el centro.

– Y es que ellos realmente no saben lo que es la diversidad. Eso es simplemente hacerle un guiño a lo que es esencialmente todavía una sociedad blanca y masculina. Y si es que esto todavía sigan siendo guiños a esto o a lo que sea que esté de moda, ¿no significa que nosotros hemos sido demasiado conformistas? Porque estas cosas siempre deberían tratarse de los valores que queremos que tenga nuestra comunidad en el futuro.

A veces me preocupa que siempre estemos hablando de esto, pero que nada mejore. Siempre volvemos a la pereza regresiva.

– Sabes, cuando estaba creciendo, sentía que todo había cambiado. Me dijeron que estábamos un poco listos, que ya no teníamos que pelear. Todo el mundo lo había imaginado. Si no es inclusivo o no es justo, entonces no es así como debe ser. Luego hubo una revuelta loca contra el feminismo e incluso contra el anti racismo a finales de los años 80 ya lo largo de los años 90, donde la gente simplemente regresó a la conformidad. Y se mantuvo así hasta hace apenas dos o tres años, cuando la gente empezó a hablar de ello de nuevo, sin tener miedo de hablar al respecto.

Porque estas cosas siempre deberían tratarse de los valores que queremos que tenga nuestra comunidad en el futuro».

Hay una gran escena en “Wonder Woman”, en donde Gal Gadot está en una sala rodeada de generales hombres, y ella les empieza a regañar. Y ellos no saben qué está pasando.

– Creo que esa es mi parte favorita de la película. Ellos se miran entre ellos de forma cómplice cuando ven que hay una mujer en la sala. Me encanta la forma en que Gal interpreta esa escena; ni siquiera entiende qué es lo que pasa con ellos. Ni siquiera se le ocurre que en verdad no debería estar ahí.

Esa es una sensación que la mayoría de las mujeres experimentan una y otra vez: una mayoría de hombres que no quieren escuchar a una mujer fuerte.

– Vi una investigación que decía que el número mágico con el que la diversidad deja de ser un tema en una compañía es un 30 por ciento. Cuando hay un 30 por ciento de mujeres y un 30 por ciento de personas de distintas razas, es cuando todo de repente se convierte en una discusión sostenible para atacar o modificar la asimetría prevalente. Es bueno saberlo. Solo cuesta un 30 por ciento hacer un cambio. No es muy difícil de conseguirlo.

Matt Prigge / www.metro.us

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