Kenzo ya está en la historia de la moda y hay muchos términos para definir a esta marca que es un ícono en la industria de la moda mundial: multiculturalidad, alta gama, audacia, prints y versatilidad. Su éxito comenzó en 1970, cuando presentó su show en la galería Vivienne.
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En 1983 presentó su primera línea masculina y luego prosiguió con la creación de perfumes. Desde ahí, el diseńador, graduado de la Bunka Fashion College (una de las escuelas de diseńo más prestigiosas del mundo), ha hecho de su nombre, como otros colegas, una marca extendida a productos de belleza y a varias vertientes de la moda. Ha colaborado con marcas como Masunaga y H&M, entre otras. Su nueva creación la comparte junto con la compańía Avon, en el lanzamiento de su perfume “Life”.
Metro habló con él sobre esta creación y lo que ha significado su carrera para la industria de la moda.
¿Cómo se ha reinventado Kenzo a través de los años?
Comencé en el año 70. Realmente trabajé mucho hasta el año 99. Ahora Kenzo tiene dos jóvenes creadores (Carol Lim y Humberto León ) y ellos han aportado juventud, frescura y una nueva visión a lo que hacíamos antes. De esta manera, pienso que la marca Kenzo ha rejuvenecido y eso me agrada bastante.

En ese camino, ¿qué elementos de Kenzo se han mantenido y qué otros se han transformado?
La marca todavía conserva esa juventud que la hizo famosa. Sobre todo, el streetwear y su eclecticismo. Cuando empecé en los años 70, la marca iba por ese mismo sentido. Ahora hay otros motivos más tropicales y exploramos, por supuesto, otras estéticas.
¿Qué piensa del diseño de moda japonés en la actualidad?
En los años 70 y 80 vimos un impacto con Rei Kawakubo, Yohji Yamamoto y Comme des Garçons, entre otros. Ellos tuvieron un gran impacto en la moda que fue icónico y que sigue influenciando. Ahora tenemos que reconocer que existe la globalización y que hay un estilo de creadores japoneses que permanece, pero ya no es como antes. En esa época sí que fue un gran impacto lo que hicimos.

¿Por qué cree que ese impacto ya no existe y ya no hay una revolución como la que protagonizaron ustedes en los años 70 y 80?
Ahora se vende moda para todo el mundo y gracias a la tecnología, el negocio ha cambiado. Vea usted la forma en cómo se trabaja ahora, la difusión, la información de moda y cómo se venden y se comparten imágenes de las colecciones. Antes, uno esperaba un tiempo un mes, dos meses para ver qué sucedía luego del desfile. Ahora todo es inmediato y eso da a la gente más margen para ver qué hacer con lo que sucede.
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¿Qué elementos cree que debe mantener una marca para sobrevivir por tantos años?
Debe tener sobre todo identidad. Hay altibajos en este proceso: unas veces tienes éxito, otras veces estás en espera. Pero lo fundamental es eso. Claro que se deben seguir las tendencias y atento a ellas, pero si no conservas tu identidad, las cosas no prosperan.

¿Qué ha sido lo más interesante de sus colaboraciones en cuanto a la reinterpretación de la marca?
Yo quería empezar a trabajar en perfumería. Por ejemplo, lo que hice con Avon en ese sentido ha sido magnífico. Pero cuando comencé en el 70, lo que yo quería era trabajar para mucha gente y también vender mis productos a un público más accesible. Al principio uno no tiene la capacidad de hacerlo, porque es muy costoso lo que hay que hacer. Por eso, empecé a trabajar en el sector de alta gama y lo hice por mucho tiempo. Nunca perdí de vista que quería llegar a un público masivo. Y por eso es que ahora es tan interesante para mí trabajar con Avon, porque el producto es accesible, pero con mucha calidad.
¿Qué es lo que ha descubierto a la hora de hacer perfumes y qué elementos de Kenzo vemos, por ejemplo, con esta nueva fragancia?
Es una experiencia muy interesante por el trabajo en equipo y sobre todo por la creación de los envases. Desde que comencé a trabajar con perfumes siempre ha sido muy importante el diseńo de la botella. No soy especialista en fragancias como tal, pero he aprendido mucho y siempre trabajo en estrecha colaboración. En Avon estuvo presente el aspecto floral que caracteriza a la marca. Desde que comencé a trabajar con perfumes me gustó ese aspecto alegre y su frescura.

¿Usted cree que ahora hay poca originalidad por cumplir metas comerciales?
En parte tiene usted razón, pero hay que decir que la moda sigue haciéndonos soñar. De todos modos, hay muchas grandes marcas que ahora diseńan con precios más cómodos y accesibles.
¿No cree que en parte, esa accesibilidad y democratización nos uniforma de cierta manera?
Sí, hasta cierto punto. Pero no está mal. Cuando yo viajaba antes, cada país tenía su forma de vestir. Ahora me sorprendo menos por lo que veo, pero eso es completamente genial.
MWN