Muchos papeles resultan ser «malditos» para sus protagonistas. Para Mark Hamill y Jake Lloyd hacer de los Skywalkers (hijo y padre respectivamente ) en «Star Wars» significó años de encasillamiento, depresión e incluso de desgracias. Pero ellos son unos de los tantos actores que tuvieron que soportar las secuelas de su papel más exitoso. El caso de Mara Wilson, o «Matilda», es el mismo.
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Aunque fue recordada alguna vez como la hija de Robin Williams en «Papá por Siempre» y la niñita de «Milagro en la Calle 34», «Matilda» siempre se quedará en la retina de los fans. Y por no poder tener el encanto físico que mostró en esa película, fue rechazada por la industria de Hollywood. Eso le causó depresión y ansiedad.
Esto lo contó en su libro «Dónde estoy ahora: Historias verdaderas de una chica y su fama accidental». Ahí cuenta también lo que sufrió luego de «Matilda», al revelar la muerte de su madre cuando terminó el rodaje (apenas tenía ocho años). Asimismo, ella también sufrió por no ser como su personaje.
¿Por qué «Matilda» la hizo sufrir?
Básicamente, Mara padeció con Matilda porque era un estándar muy alto que tenía que cumplir. Y fue muy difícil para ella separarse del personaje que la hizo famosa. «Es como mi hermana mayor, opacándome», admitió. De hecho, tenía que luchar con el sentimiento de que mucha gente adoraba más el personaje que lo que la adoraba a ella.

Eso le pasó, hasta que una maestra le dijo que escribiera una carta a su personaje. Ahí fue que comenzó a apreciar lo privilegiada que había sido al obtener aquel papel. A su vez, ella escribe cómo lidió con su pubertad luego del cine y su amor por la escritura. Ahí encontró el camino para sentirse bien consigo misma.

Además, ella ha sido abierta al respecto en su Twitter sobre todo su proceso. De hecho ahí habló sobre su bisexualidad y sobre sus problemas, tan reales y cercanos como los de cualquiera, reportó el portal británico «Metro».