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Michel Muñoz, el atleta paralímpico que conquistará Tokio 2020 con su patineta

El deportista mexicano hará historia en la justa veraniega, en donde espera dar una medalla para el equipo mexicano.

Michel Muñoz

La historia de Michel Muñoz Malagón, atleta paralímpico mexicano, es una de las tantas de superación que hacen más brillante al deporte.

El deportista logró una hazaña única el pasado mes de abril, tras conseguir su boleto a los Juegos Paralímpicos de Tokio 2020 en la disciplina de pararremo.

Desde su nacimiento, Michel enfrentó las adversidades más complicadas de la vida, ya que nació con una malformación congénita que prohibió el desarrollo de sus piernas.

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Michel Muñoz está listo para disputar los Juegos Paralímpicos

Tener una discapacidad física no le ha impedido practicar de lleno varios deportes. Incluso, ha jugado fútbol y tiene un gusto por el levantamiento de pesas.

Además, Muñoz ha participado en maratones y carreras de obstáculos, algo impresionante.

Malagón nació en Naucalpan, Estado de México, y proviene de una familia humilde, misma que intentó sacarlo adelante, pese a tener pocos recursos económicos.

La infancia y adolescencia no fue sencilla. Su condición le impidió desarrollarse de la mejor manera. Sin embargo, en el deporte encontró el consuelo necesario para salir adelante.

El impulso del ejercicio lo llevó tan lejos, que se convirtió en el primer deportista latinoamericano sin extremidades inferiores en disputar una competencia Spartan y un Iroman.

En las calles de su amado Naucalpan es clásico ver a Michel en su patineta, algo que lo hace reconocible ante la mirada de las personas.

En su momento intentó utilizar una silla de ruedas, pero cuando tenía 11 años encontró a su mejor aliada, a la que nunca dejó más su vida.

“Siempre he sido un chico independiente. Siempre me ha gustado hacer las cosas por mí mismo. Donde vivimos son subidas y bajadas y mi abuela me llevaba a la escuela, era muy pesado con la silla. En la secundaria es donde yo tomé la decisión de tomar una patineta, para ser más independiente. Viendo que mis brazos eran muy fuertes, no había el impedimento. La patineta me ayudó porqué yo me movía mucho más rápido y no tenía que hacer tanto esfuerzo para desplazarme.

Durante mucho tiempo, Muñoz Malagón se dedicó a la halterofilia; fue así como consiguió hacer mucha fuerza en sus brazos.

Sin embargo, cuando se proclamó campeón nacional de powerlifting, en 2018, su camino le tenía preparado un nuevo reto.

El mexicano debutará en una justa veraniega

El remo llegó a su vida, una disciplina en la que podía destacar, dada la musculatura de su tronco superior. No desaprovechó la oportunidad y se puso a trabajar, con la mira puesta en Tokio 2020.

“Mis brazos son muy largos y me acomodaba mejor el remo para conseguir una plaza para estar en Tokio. Hice una prueba y le gustó a mi entrenadora. Me dije: ‘Pues me voy a aferrar a entrenar todos los días muy fuerte para poder conseguir ese objetivo’.

Tokio 2020 será un sueño en su camino como atleta; sin embargo, también reafirmará que los obstáculos sólo están en la mente.

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