Hidilyn Díaz se convirtió en campeona olímpica en levantamiento de pesas, en la división de 55 kilogramos.
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El hecho de que la atleta se consagrara en la justa, representó un golpe histórico para su país, ya que logró la primera presea dorada para Filipinas.
Durante varias ediciones, los asiáticos habían demostrado ser buenos deportistas. Sin embargo, el reconocimiento no llegaba.
Hidilyn Díaz, la primera medallista olímpica en la historia de Filipinas
Pero Hidilyn rompió con todos los estigmas y se consagró en su disciplina, para darle la primera medalla de su historia a Filipinas.
Esto le trajo grandes recompensas a Díaz, sobre todo por parte del gobierno de su país, ya que como premio recibirá una casa, con valor cercano a los 655 mil dólares.
La Comisión del Deporte, junto a donaciones del sector privado, será quienes le otorguen el inmueble a la campeona olímpica, reconociendo el esfuerzo y valor que tuvo en la justa veraniega.
El premio de Hidilyn se incrementó por la inversión de Manny Pangilinan y Ramón Ang, dos magnates filipinos.
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Desde 1924 el país asiático comenzó a participar en los Juegos Olímpicos, pero se habían quedado en la orilla de una presea dorada.
Por primera vez en la historia la bandera de Filipinas ondeó en lo alto, además, se interpretó el himno nacional mientras Díaz tomó su medalla de oro.
“No puedo creer que mi nombre esté en el récord olímpico. Estoy realmente agradecida. Dios es grande. Dios es grande. Es algo increíble para mi país, se la dedico a todos ellos”.
Pacquiao la felicitó
La hazaña de Díaz llegó hasta los oídos de Manny Pacquiao, el máximo representante del deporte filipino.
El pugilista alabó lo hecho por Hidily, de quien dijo estar orgulloso por lo hecho, ya que dejó en lo alto el nombre de su país.
“¡Gracias, Hidilyn Díaz, por el primer oro olímpico para Filipinas! ¡Estamos tan orgullosos de ti!”.
Desde 2019, Manny Pacquiao no ha tenido una pelea oficial. Sin embargo, será el próximo mes de agosto cuando retome su carrera, al enfrentar a Errol Spence.
“Estoy tan agradecido con Dios que todavía puedo luchar a este nivel contra los mejores y tener estas oportunidades a los 42 años. Todavía estoy asombrado de haber ganado títulos mundiales en cada década desde los noventa. Mi pelea con Errol Spence no es sólo una batalla entre los dos mejores pesos welter, sino entre dos de los mejores peleadores. No hay un ‘lado B’ en esta pelea”.
