Vanessa Bryant y el emotivo discurso que conmovió a Michael Jordan

Kobe Bryant perdió la vida en un accidente aéreo, en enero de 2020. A partir de ahí, su esposa Vanessa ha cargado con el dolor de perder a su pareja e hija.

Por la pandemia provocada por coronavirus, la exestrella de los Lakers de Los Ángeles no había podido recibir un buen homenaje.

Pero con la situación sanitaria más tranquila en Estados Unidos, la NBA tomó la decisión de inducir a Bryant al Salón de la Fama, con uno de sus ídolos encabezando la ceremonia, Michael Jordan.

Kobe fue uno de los grandes jugadores del certamen estadounidense. De hecho, es considerado una de las leyendas del basquetbol.

Vanessa y el discurso sobre Kobe Bryant

Con los Lakers consiguió cinco títulos de NBA; además, fue merecedor del MVP de Las Finales en dos ocasiones.

A lo largo de su carrera acumuló muchos récords, entre los que destaca la obtención de dos mil 828 puntos en una temporada, así como el jugador que más unidades hizo en la franquicia angelina, con más de 30 mil.

Por esto y más, “Black Mamba” es una leyenda, su legado seguirá vigente; por ello era merecida su incursión, que es una alegría para los miles de aficionados que lo vieron brillar en la duela.

En la ceremonia, Vanessa lucía emocionada y acongojada por la situación que estaba presenciando.

Durante su discurso, a la viuda de Bryant se le cortó la voz, estaba agradecida con MJ por estar presente, ya que el exjugador de los Toros de Chicago fue el ídolo de su marido.

Incluso, Vanessa relató una anécdota que le contó su pareja, ya que durante muchos partidos jugó lesionado, porque no podía fallarle a todos los aficionados que pagaban un boleto por verlo.

Además, simuló que Kobe estaba presente, le dedicó la noche y le recordó que lo extraña tanto a él como a Gianna.

“Una de las razones por las que jugaba con dolor y lesiones es porque recordaba cuando era pequeño, sentado en los asientos más alejados con su padre para ver a su jugador favorito, Michael Jordan. Recuerda el camino de regreso a casa, la emoción de estar en el estadio. Kobe no quería decepcionar a los fans; sobre todo a los de las secciones 300 que ahorraron para ir a verle jugar. Los niños con la misma emoción que él tuvo alguna vez. Le pregunté que por qué no descansaba por las lesiones y dijo: ‘¿Y qué de los fans que ahorraron para verme sólo una vez?’ Jamás olvidó a sus fans. Si pudiera, habría jugado todos los minutos de cada partido: los amaba tanto.

La imagen de la noche fue ver con la emoción al límite a Jordan. Incluso, la leyenda de los Toros derramó algunas lagrimas, ya que Kobe fue por muchos años como un hermano para él.

Cuando Bryant arrancó su carrera en la NBA, Michael estaba de salida; sin embargo, en todo momento le dio consejos, pues veía en él a su heredero.

Y así lo fue. Hay expertos que los ponen en el mismo nivel, aunque para ellos la competencia siempre quedó de lado, ya que la admiración era mutua.