Hace algunas semanas, José Mourinho rompió contrato con los Spurs de Tottenham, tras casi dos años de dirigir al conjunto inglés.
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Una seguidilla de malos resultados provocó que los altos mandos rompieran su relación con el portugués, por lo que así culminó un ciclo más en la Premier League.
Desde 2013, cuando era el mandamás del Real Madrid, The Special One ha acumulado una lluvia de fracasos, como si el conjunto merengue le hubiera dejado una maldición.
Tras su paso por España, Mourinho arribó a Londres, para vivir su segunda etapa con el Chelsea. Con los “Blues”, el timonel lusitano sumó 136 partidos, en los que ganó 80, perdió 31 y empató 29.
Pero lo más preocupante fue que su equipo no tenía volumen de juego, los jugadores parecían confundidos y Mou dejó la institución al cabo de dos temporadas.
El Manchester United, uno de los rivales directos del Chelsea, decidió llevarlo al banquillo, con la idea de retomar los primeros planos en el balompié mundial.
Pero Mourinho fracasó en su intento de llevar lejos a los Red Devils. Incluso, tuvo problemas con varios jugadores, en especifico con el mediocampista francés, Paul Pogba.
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«Mou» consideró que el galo no estaba viviendo un buen momento deportivo, por lo que lo dejó en el banco de suplentes.
De hecho, antes de ser despedido, hubo partidos en los que ni si quiera lo llevó como suplente, ya que lo dejó en la reserva.
“Lo que tengo ahora con Ole es diferente, él no atentaría hacía a los jugadores. Nunca haría nada contra los jugadores. Quizás Ole no los elegiría, pero no nos dejaría de lado como si ya no existiéramos. Esa es la diferencia entre Mourinho y Ole. Una vez tuve una gran relación con Mou, todo el mundo lo vio, y al día siguiente no sé lo que pasó, pero se acabó. Eso es lo extraño que tuve con él, y no te lo puedo explicar porque ni yo lo sé.
Con el Tottenham, José tuvo algo similar ya que empezó a dejar de lado a Gareth Bale, futbolista que él pidió para reforzar el ataque de los Spurs.
«Mou» tuvo una gran relación en un principio con “El Expreso de Cardiff”, pero como fueron pasando las semanas la relación se desgastó.
Esta acción es muy común en el timonel portugués. De hecho, ha habido muchos desencuentros en su carrera, sobre todo, con futbolistas de alto calibre.
En el Madrid vivió un momento de tensión, cuando cepilló a Iker Casillas de la titularidad. Esa situación comenzó a divorciarlo con los aficionados, dado que el guardameta es un ícono del conjunto merengue.
Roma, la nueva casa de José Mourinho
Hace algunos días, la Roma de Italia dio la bienvenida a Mourinho, tras el despido de Paul Fonseca.
La Loba del Calcio está inmersa en una crisis de resultados. De hecho, es muy probable que no dispute ninguna competición europea la próxima temporada.
Por tal motivo, los directivos decidieron dar un golpe en la mesa, y así se concretó la llegada de José Mourinho a la dirección técnica.
El timonel lusitano ya se puso a trabajar. Incluso, ya le habría hecho llegar a la directiva sus peticiones para reforzar la plantilla.
Mou quiere cerrar la llegada de tres o cuatro hombres de peso, entre los que destacan Rui Patricio, portero titular del Wolverhampton.
Además, el estratega desea a jugadores con los que compartió vestuario en los Spurs, entre los que se encuentran Eric Dier, Carlos Vinicius y Pierre-Emile Hojbjerg.
Asimismo, espera poder contratar a Nemanja Matić y Juan Mata, del Manchester United, con quienes quedó fascinado en Inglaterra.
La Serie A de Italia es el campeonato que mejor se le ha dado al portugués, ya que con el Inter de Milán consiguió múltiples títulos, entre los que destacan la Liga, Copa y UEFA Champions League.
