Justin Fashanu, el primer jugador en la historial del fútbol en declararse homosexual

El nombre de Justin Fashanu es recordado en Inglaterra por ser un sinónimo de polémica. El jugador inglés marcó un antes y después en el balompié londinense, ya que se convirtió en el primer futbolista profesional que se declaró homosexual.

Inglaterra, en la década de los años noventa, no estaba lista para una declaración así, ya que en ese entonces los gays eran reprimidos.

Fashanu era hijo de un abogado nigeriano, pero fue criado por padres adoptivos en el este de Inglaterra.

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Justin Fashanu, el primer futbolista en declararse homosexual

Su primer contacto con el deporte se dio gracias al boxeo; sin embargo, empezó a destacar en el fútbol, en especifico como centro delantero.

Precisamente, el Norwich, institución que estaba cerca de su ciudad, lo observó jugar al balompié, y no perdió tiempo en incorporarlo a su plantilla.

Poco a poco comenzó a hacerse de un nombre, tras marcar 35 anotaciones en 90 encuentros disputados.

Para 1981, Justin hizo historia en el fútbol inglés, ya que fue el primer atleta de raza negra en alcanzar un traspaso por un millón de libras esterlinas.

Fue el Nottingham Forest, el club que decidió hacerse de sus servicios. Además, eran los vigentes campeones de Europa, y eran dirigidos por el estratega Brian Clough.

Este veterano entrenador estaba casado con su ideología, nada habituado a las modernidades que poco a poco presentaba la época.

Incluso, tenía una visión particular del fútbol y la vida, por lo que pronto tuvo un choque de ideas con Fashanu.

Esto provocó que el romance con la institución durara poco, al grado de permanecer sólo un año.

A partir de ese momento, su carrera comenzó un vaivén de emociones, por lo que desfiló por una gran cantidad de equipos, entre ellos: Notts County, Brighton, Manchester City, West Ham, Leyton Orient, así como tres instituciones de Canadá: Edmonton, Hamilton y Toronto.

Tuvo un breve paso por la liga de Nueva Zelanda, en donde jugó para el Torquay United y el Miramar Rangers.

Cuando estaba en los últimos años de su carrera, llegó un desenlace inolvidable para el mundo del fútbol.

El 22 de octubre de 1990, “The Sun” publicó en su portada un titular asombroso para la época: “‘Estrella futbolística de un millón de libras: ‘soy gay’”.

Fashanu tuvo un desenlace terrible, tras ser acusado de violación a un menor

Años más tarde, se supo que el diario inglés chantajeó a Justin para que revelara su homosexualidad.

Esa primera plana le trajo muchos problemas. Se rompió la relación con su familia, comenzó a tener acoso de los aficionados y su carrera deportiva estaba a la deriva.

Su hermano John, quien también era futbolista profesional, lo odió, al grado de declarar en diversos medios que para él estaba muerto.

La industria del balompié le cerró las puertas. Estuvo cerca de fichar con el Newcastle, pero jamás pudo concretar su llegada.

De Fashanu se hablaba más en la prensa de espectáculos que en la de deportes; su camino como atleta estaba en picada.

El Torquay United, institución de la Segunda División de Nueva Zelanda, le dio la oportunidad de volver al profesionalismo, pero se le acabó la pólvora, al grado de descender a la Tercera.

En 1998, tras varias caídas y una época de fracasos, Justin colgó los botines, al ser acusado por violación a un menor de 17 años.

Al poco tiempo de ser ingresado a la cárcel, Fashanu fue puesto en libertad por falta de pruebas, pero su mente ya tenía un trauma que lo tenía hundido anímicamente.

El 2 de mayo de 1998, su cuerpo fue encontrado sin vida, ahorcado en un garaje, a las afueras de Londres, junto a una nota que quedó grabada en la memoria de los aficionados para la eternidad.

“Me he dado cuenta de que ya he sido condenado como culpable antes de comenzar el juicio. Nunca abusé de aquel joven. Sí, tuvimos sexo, pero basado en el consentimiento mutuo. A la mañana siguiente él me pidió dinero, y cuando le dije que no, me respondió ‘espera y verás’. Ya no quiero ser más una vergüenza para mis amigos y mi familia. Espero que el Jesús que amo me acoja. Finalmente encontraré la paz”.