¿Por qué Bad Bunny triunfó en WrestleMania 37?

La noche del 10 de abril de 2021 será una de las veladas que jamás olvidará el cantante puertorriqueño, Bad Bunny, tras su participación en WrestleMania.

El interprete de “Mía” vivió uno de sus más grandes sueños de la infancia, al debutar en WrestleMania.

La edición 37 quedará marcada en la memoria de los aficionados, no sólo por la supremacía de Roman Reigns en el cuadrilátero, si no también porque “El Conejo Malo” se robó el show del PPV.

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Bad Bunny y su noche histórica en WrestleMania 37

Bunny se ganó un lugar en la historia de la “Vitrina de los Inmortales”, ya que como pocos famosos se preparó a tope para su enfrentamiento ante The Miz y John Morrison.

El cantante fue el último en ingresar al ring, con las gradas abarrotadas por más de 25 mil fanáticos a la lucha libre.

Su entrada fue espectacular; con una melodía suya de fondo arribó sobre un tráiler. Los fuegos pirotécnicos no fallaron y el estilo único de Bad Bunny elevó la temperatura en la Estadio Raymond James, de Tampa, Florida.

Lo hecho semanas atrás, en las que demostró que no venía sólo por fama a WWE, hizo que el calor de la gente fuera notorio. El público estaba enamorado del carisma del puertorriqueño.

Ya en el cuadrilátero, Bunny no desentonó en ningún momento y demostró que lo dicho por Triple H, quien aseguró que el reguetonero estuvo practicando, era una realidad.

“El Conejo Malo” mostró sus habilidades en la lona; incluso, en momentos parecía un esteta con muchas tablas, acostumbrado a vivir de los golpes cada ocho días.

Su desarrollo fue de menos a más, al grado de ejecutar un «canadian destroyer», uno de los movimientos más complejos del pancracio.

Incluso, en un momento de la lucha, Bad Bunny voló por lo alto, se lanzó de la tercera cuerda para consolidar su noche y demostrar su entrañable respeto por esta disciplina.

El puertorriqueño sorprendió al universo de la WWE

Para coronar la noche, Benito Martínez ejecutó uno de los movimientos más clásicos en la lucha libre mexicana.

El cantante aplicó la “casita”, una llave que pertenece a la dinastía Casas, la cual suelen ejecutar estetas aztecas, como Negro Casas, Heavy Metal y El Felino.

La velada no podía culminar mejor, Benito y su compañero Damian Priest se llevaron la victoria, con una afición enloquecida y que en todo el combate coreó la participación de Bunny.

El puertorriqueño logró lo que pocos famosos. Demostró que la lucha es una disciplina compleja, que requiere entrenamiento, dedicación y un gran respeto por lo que los estetas realizan en la lona.

Todo este espectáculo no hubiera sido posible sin la ayuda de The Miz y Morrison, ya que en todo el combate supieron complementar los embates del “Conejo Malo”.

La dupla tenía claro que lo más importante era darle show a la afición, que estuvo ausente por más de un año de las gradas de WWE.

Orton, aplaude a Bad Bunny

Lo hecho en WrestleMania 37 por el reguetonero no pasó desapercibido en el universo de WWE. Uno de los grandes luchadores de la empresa, Randy Orton, alabó al cantante.

Y es que, para el “Asesino de Leyendas”, el puertorriqueño merece un gran reconocimiento, pues arriesgó su carrera como interprete para adentrarse en un mundo desconocido como lo es la lucha libre.

«Han habido incontables celebridades que han intentado meterse a nuestro mundo creyendo que pueden hacerlo porque parece fácil, porque creen que no hay riesgos o golpes en la lucha libre, pero lo que vi el sábado de Bad Bunny es la primera vez que me asombra. Alteró su calendario, detuvo todo por cumplir su sueño, arriesgó su carrera musical para meterse al ring.