“Cuando te toca, ni aunque te quites, y cuando no te toca, ni aunque te pongas”, con esta frase se describe la vida de Erwin Tumiri, un técnico aeronáutico boliviano, que ha sobrevivido a dos accidentes que le pudieron arrancar la vida.
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En 2016, el club de fútbol Chapecoense se embarcó con destino a Colombia, para disputar el partido de ida de final de la Copa Sudamericana frente al Atlético Nacional.
El doble milagro de vida llamado Erwin Tumiri
El conjunto brasileño viajó con toda la ilusión a tierras cafetaleras, sin imaginar que en su camino el avión sufriría un percance.
La aeronave navegaba con tranquilidad a su destino, pero cerca de llegar los motores tuvieron una falla, lo que provocó un apagón general.
El piloto al mando intentó mantener el avión estable; sin embargo, perdió el control del mismo y se estrelló en Cerro Gordo.
En total fallecieron 71 personas, de los cuales, 18 jugadores fueron del club carioca. Incluso, sólo hubo seis sobrevivientes, entre los que se encuentran los futbolista Alan Ruschel, Jakson Follmann y Neto; el periodista Rafael Henzel y los miembros de la tripulación Ximena Suárez y Erwin Tumiri.
“Yo me acuerdo de aquel momento cuando el avión se apagó y se apagaron las luces. Y nos dimos cuenta de que algo había pasado. Sólo nos dio tiempo de rezar. Yo me acuerdo que el avión no llegó a caer rápido. Fue como planeando, avanzando. Y ahí en el momento de la caída yo me desmayé. Agradezco a Dios no haber visto a nadie morir. O a alguien sufriendo. En el momento en que abrí los ojos no quería morir.
Uno de esos sobrevivientes fue Erwin Tumiri, hombre que pertenecía a la tribulación que estaba a cargo aquel día.
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La vida de Tumiri dio un giro de 180 grados, no daba crédito de que había sobrevivido, en un accidente tan fatal que le arrebató la vida a tantas personas.
Pero la vida de Erwin está tocada por algo celestial, pues a casi cinco años de ese trágico momento, el camino le volvió a dar una lección.
En su natal Bolivia, Tumiri tomó un autobús, pues se dirigía a trabajar, con rumbo a la carretera que conduce de Cochabamba a Santa Cruz.
Subió al vehículo cerca de las 10 de la noche, tranquilo, esperando que fuera un viaje normal, pero en el trayecto el camión se volcó, dejando un saldo de 21 personas fallecidas.
Sin embargo, Erwin sólo sufrió algunas heridas, por lo que fue llevado de inmediato a los servicios médicos.
El técnico aeronáutico quedó perplejo, pues el destino nuevamente le dio la oportunidad de sobrevivir y mantenerse con vida.
“Pensé: ‘pasará otra vez lo mismo’. Salí a gatas del bus y así me salvé. La gente gritaba y gritaba. Lo único que pude hacer fue agarrarme de los asientos. Empezamos a voltear, salí a gatas, tenía una cortada en la rodilla y otras personas me ayudaron a subir hasta la carretera.