El camino de muchos futbolistas, que hoy son estrellas del balompié mundial, no fue miel sobre hojuelas en un inicio.
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De hecho, muchos de lo jugadores fueron rechazados en un inicio, por clubes que años después se arrepintieron.
El caso más recordado es el de Lionel Messi, quien por problemas de crecimiento no pudo ser parte de River Plate.
La institución sudamericana no tuvo los recursos monetarios, para poder pagar un tratamiento que lo ayudara a crecer.
Por tal motivo, el Barcelona entró a la disputa y se llevó a temprana edad al atacante argentino.
Wegner rechazó a CR7
Antes de llegar al Manchester United, Cristiano Ronaldo estuvo en la mira del Arsenal de Inglaterra.
Sin embargo, Arsene Wegner no estuvo del todo convencido, en adquirir al lusitano, por lo que desecharon la oportunidad de tener en sus filas a uno de los mejores goleadores de la época.
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No confiaron en su magia
La carrera de Zinedine Zidane fue de las más exitosas en la historia del balompié mundial, pero el comienzo fue incierto.
El A.S. Cannes le dio la oportunidad al “Mago” de debutar en la Primera División, en 1988. En 1995, el dueño del Blackburn Rovers desechó la oportunidad de adquirir a Zidane, por contratar a Tim Sherwood.
Años más tarde, Zinedine se convirtió en uno de los mejores jugadores del orbe; incluso, fue parte de la era “galáctica” en el Real Madrid.
Se perdieron a Ibra
Cuando Zlatan Ibrahimovic tenía 16 años tuvo la oportunidad de fichar por el Arsenal de Inglaterra.
Arsene Wegner tenía la costumbre de mandar a sus visores a observar a jóvenes jugadores.
Descubrieron a Ibra, quien llamó la atención por su técnica individual, pero tenía que ir a Londres a hacer una prueba.
Esto molestó al sueco y se negó a realizar el viaje a Inglaterra, por lo que al final no se concretó su llegada.
No querían a Beckham
A los 12 años, un entrenador de las selecciones menores de Inglaterra le dijo a David Beckham que jamás jugaría con en el equipo absoluto.
Eso marcó un duro pasaje para el mediocampista, pues su estatura fue uno de los motivos.
El tiempo le quitó la razón al estratega, ya que David consiguió jugar 115 encuentros, tres mundiales y además fue el capitán del combinado inglés.
