Cuando tenía 21 años, Bruno Henrique era un recepcionista que cobraba el salario mínimo en una oficina de Belo Horizonte.
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Entre sus planes, el fútbol estaba muy lejos como oportunidad laboral; incluso, era algo que había descartado de su vida por completo.
Bruno Henrique, de recepcionista a héroe en la Libertadores
Siete años más tarde, en la Final de la Copa Libertadores, se convirtió en uno de los héroes del Flamengo y colaboró para que su equipo levantara el título de la competición.
Su vida ha tenido altas y bajas; incluso, con 24 años estaba haciendo su debut en la Primera División de Brasil, nueve meses más tarde estaría viajando a Europa, para enrolarse con el Wolfsburgo.
Su ascenso en el balompié profesional fue meteórico; de hecho, en el Viejo Continente tuvo lo oportunidad de jugar la Champions League, en donde enfrentó con el conjunto alemán al Real Madrid de Cristiano Ronaldo.
Sin embargo, Bruno no tuvo un gran desempeño en Alemania, por lo que el Santos decidió regresarlo a su país, aunque, no tuvo buena fortuna ahí y el Flamengo lo adquirió por siete millones de dólares.
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Desde entonces, Bruno suma 82 partidos, en los que ha anotado 43 tantos; además, tiene seis campeonatos con el Fla.
Ganar la Copa Libertadores fue uno de los logros más importantes en su carrera; sobre todo, porque el equipo carioca tenía más de 38 años sin conseguir un título continental.
“Se tarda tiempo en asimilarlo y más aún por cómo ocurrió todo. Es un sueño que estamos viviendo todos. Después de 38 años, hemos conseguido volver a poner el nombre del Flamengo en la cima de Sudamérica, y esto nos da un orgullo tremendo.
“Ganar la Libertadores es algo inexplicable, y proclamarnos campeones de Brasil al día siguiente nos hizo más felices todavía”, relató en entrevista con la FIFA.
Sueña con el Mundial
Ser convocado a la Selección de Brasil le demostró que el trabajo termina por rendir frutos; sin embargo, su meta no sólo es ser considerado, pues apunta alto y espera poder representar a su país en la Copa del Mundo Qatar 2022.
“Fue una experiencia única. Jugar con la selección es el sueño de todo jugador brasileño. Estoy trabajando duro para que el seleccionador Tite se acuerde de mí en otras ocasiones y, quién sabe, ir tal vez al Mundial en 2022”, puntualizó.