La vida deportiva suele dar muchas vueltas, a veces estás arriba disputando los mejores torneos del mundo y en otras ocasiones estás sin equipo, varado sin un futuro claro.
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Así ha sido la carrera profesional del argentino Martín Mantovani, quien hoy ha fichado con el FC Andorra con 36 años, equipo de la Segunda División de España.
Y aunque pareciera que Martín está en un retroceso en su carrera, llegar a este equipo no representa ello, ya que el dueño del club es nada más y nada menos que Gerard Piqué.
La vida deportiva de Mantovani ha dado muchas vueltas, cuando tenía 21 años su padre le puso un ultimátum: dejar el fútbol y dedicarse a trabajar.
Atlético, su primera aventura en Europa
Sin embargo, del otro lado del Océano Atlántico, específicamente el Atlético de Madrid, la vida le tenía preparada una oportunidad.
Antes de comenzar la aventura, el argentino viajó con rumbo a Italia, para realizar los tramites correspondientes para obtener la ciudadanía comunitaria, pero a su regresó pasó algo inesperado.
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El camión que lo llevaba de vuelta al aeropuerto se detuvo por una falla mecánica, por lo que tuvo que dormir en una estación de tren en Bolonga.
«Me desperté escuchando peleas y ruidos. Rodeado de casi 15 personas. Era un lugar a donde iban a pasar la noche varios vagabundos. Me tapé con un cartón y el bolso. A la madrugada, cuando todo se despejó, me marché», relató en entrevista.
Con el trámite ya hecho, su aventura en las inferiores del Atleti comenzó, en donde pasó cuatro años, compartiendo vestidor con De Gea, Koke, entre otros.
Su nivel no le dio para mantenerse en el club, por lo que buscó acomodo en otro conjunto, encontrando espacio en un equipo recién ascendido a la Primer División de Rumania.
El defensor vivió un calvario, ya que la institución no estaba bien en lo económico; de hecho, decidió no quedarse y regresó a España para buscar acomodo en otro equipo.
“Entrenábamos siempre en lugares distintos y el vestuario estaba hecho por la mitad. Los nuevos nos cambiábamos en la parte que estaba en construcción.
“Fue difícil porque pensé que me podía pasar cualquier cosa. Nos amenazaban en varios idiomas. Estaba solo y no entendía nada. Tenía miedo hasta de salir a la calle”, detalló.
Leganés, su camino a la Primera División
Tras probar suerte en varios clubes, Martín comenzó a desesperarse; sin embargo, el Leganés le dio la oportunidad que tanto anhelaba, probar las mieles del Máximo Circuito, con 32 años.
Con el equipo de Madrid consiguió ascender a la Primera División, tras pasar por Segunda y Tercera, ahí se cumplió su sueño y tuvo sus primeros minutos en La Liga, en donde le tocó marcar a los mejores jugadores del mundo, como Messi y Cristiano Ronaldo.
“La segunda vez que jugué contra el Real Madrid se me acerca Morata y me dice: ‘A usted lo conozco’. Pensé que me iba a recriminar por las patadas que le estaba pegando.
“Pero no; me dijo que se acordaba de verme jugando en el filial mientras él era recoge balones y me pidió la camiseta. Esos detalles marcan la diferencia”, relató.
Martín Mantovani es un claro ejemplo de que los sueños siempre se pueden cumplir; sin importar el tiempo o la edad, la perseverancia es la clave.