El 11 de noviembre de 2001 fue una de las fechas más importantes para la Selección Mexicana.
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El Tricolor había tenido un Hexagonal escabroso, tras una primera vuelta donde perdió partidos ante Estados Unidos, Honduras y el “Aztecazo” ante Costa Rica.
Aguirre, el salvador
El Mundial de Corea-Japón 2002 se veía lejano para México; incluso, muchos especialistas lo daban por muerto.
Para la segunda vuelta de la eliminatoria, los altos mandos decidieron llevar al banquillo a Javier Aguirre, entrenador que había destacado con los Tuzos del Pachuca.
El “Vasco” logró lo que pocos y con un paso perfecto clasificó al Tri a una Copa del Mundo más.
Aquel día, la Selección Mexicana enfrentó a Honduras, partido en que necesitaba sacar los tres puntos, ya que hasta antes de ese encuentro tenía 10 unidades que lo dejaban fuera.
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El escenario era el idóneo; el mítico Estadio Azteca sería la fortaleza en donde México buscaría completar su hazaña.
El juego se calentó demasiado en la previa, pues el rival de enfrente llegó con las mismas unidades que los mexicanos, por lo que sería como una Final.
Aguirre tuvo durante la segunda mitad de la eliminatoria un arma secreta: Cuauhtémoc Blanco, el “10” del Tricolor.
El “Divo de Tepito” regresó de una lesión, recuperó su mejor nivel y fue la pieza mas importante para que la selección repuntara.
Se completó la hazaña en el Azteca
Ya con el partido arrancado, las mejores acciones llegaron a la cancha del Azteca. México se sentía cómodo, tenía la pelota, mientras, la afición en las agradas alentó a todo pulmón.
Para la segunda parte llegaron las emociones, siendo Cuauhtémoc el hombre clave; incluso, él inauguró el marcador.
Tras un servicio de Johan Rodríguez, el “Cuau” prendió el balón de derecha e incrustó la pelota en la esquina inferior derecha de la portería.
El público estalló en las gradas, el nervio acumulado se eliminó, mientras, el Tricolor se hacía fuerte en el terreno de juego.
El segundo tanto fue de nueva cuenta gracias a una genialidad de Blanco, que culminó con un disparo de Juan Francisco Palencia.
Para cerrar la tarde con broche de oro, el líder futbolístico de México en el campo, Cuauhtémoc, cobró desde los 11 pasos, para poner el 3-0 definitivo que clasificó al Tri a la Copa del Mundo.
La algarabía en las gradas era evidente, la Selección Mexicana estaba consumando el milagro, en un día que el país no olvidará, pues se clasificó al Mundial de la mano del «Vasco», pero sobre todo de los pies de Cuauhtémoc Blanco.