La carrera de Mesut Özil ha sido una montaña rusa, entre éxitos y decepciones en la cancha.
PUBLICIDAD
En los últimos meses, el mediocampista alemán ha tenido muchos problemas con su actual club, el Arsenal de Inglaterra.
Özil, de la gloria al olvido con el Arsenal
De hecho, desde marzo no ha jugado un sólo minuto, situación que tiene frustrado al jugador.
Sin embargo, y pese a la desgracia, Mesut recibió en recientes días un bono de más de nueve millones de dólares.
Cuando firmó su último contrato, en enero de 2018, asentó una cláusula de “fidelidad”.
El club londinense pensó en este estatuto para que Özil no dejara al equipo y decidiera quedarse más años.
A estas alturas de su vínculo, parecería una burla esta cláusula, pues su rendimiento ha ido de más a menos, al grado de no ser considerado por su actual estratega.
PUBLICIDAD
Incluso, Mikel Arteta, estratega de los Gunners, ha asegurado que el alemán no tiene cabida en el club y ve difícil poder darle minutos en el campo.
“Estoy muy contento con la actuación del equipo y con lo difícil que los jugadores están poniendo al cuerpo técnico elegir las convocatorias y el 11 inicial.
“Estamos eligiendo los jugadores que creemos que son los mejores para cada partido. Es muy difícil para algunos jugadores, no sólo para Mesut, entrar en el 11. Cada semana intento elegir los correctos”, destacó hace algunas semanas.
De hecho, en la lista de jugadores que participarán en la edición de este año de la Europa Laegue, el nombre de Özil no está presente, por lo que no será considerado.
El pico más alto de su nivel futbolístico se dio tras el Mundial de Sudáfrica 2010, dónde tuvo una destacada participación.
Su técnica individual y verticalidad le valieron para que el Real Madrid lo fichara tras la Copa del Mundo; fue en la Casa Blanca donde vivió sus mejores épocas.