Los futbolistas son felices por el sólo hecho de jugar el deporte que aman hasta que enfrentan a las temibles lesiones. Producto de malos movimientos, golpes accidentales o férreas entradas, jugadores profesionales y amateur se alejan de su disciplina por un largo periodo de tiempo o, incluso, pueden llegar al retiro.
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Los datos son duros y pueden llegar a ser aterradores. De acuerdo al doctor Héctor Meléndez Martínez, especialista en Medicina Deportiva, hasta 15% de la población que juega en divisiones inferiores puede dejar de practicar futbol, debido a una grave lesión y lo caro que suelen ser las operaciones y rehabilitaciones.
Lesiones de ligamentos o fracturas, las más caras
“Por lesiones de ligamentos o fracturas, un futbolista amateur que sólo juega los fines de semana y que no cuenta con el respaldo de un club profesional puede gastar 150 mil pesos por la operación y los primeros tres meses de rehabilitación, a lo que se le debería de agregar los otros tres meses de readaptación al deporte”, dice el especialista.
“Los ligamentos son los más temidos por los futbolistas. De los cuatro, el de mayor cuidado es el cruzado anterior, que puede llegar a retirar a un futbolista; sobre todo, si ya pasaron sus años gloriosos de juventud, por encima de los 30 años”, afirma Juan José González Chávez, traumátologo y ortopedista.
“Entre más pequeños o grandes son los pacientes es más difícil tratar lesiones de este tipo. Una niña menor de 13 años y un niño más pequeño de 17 años aún no ha desarrollado por completo sus huesos, y una persona mayor ya tiene deterioro, lo que complica la intervención quirúrgica”, sostiene Meléndez.
González, exmédico de base del Hospital Magdalena de las Salinas de la Ciudad de México, sostiene que un jugador amateur puede desembolsar hasta 300 mil pesos para volver a jugar, pues “deberá de gastar cerca de 150 mil en la cirugía y otros 150 en rehabilitación”.
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Otras lesiones en el futbol
Si bien, la ruptura de ligamentos es de las más temidas y puede llegar a ser igual de complicada que una fractura, no son las únicas lesiones que se enfrentan los jugadores de futbol.
Meléndez Martínez, exjefe de servicios médicos de la Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte en México (Conade), sostiene que las lesiones se clasifican de diferentes formas, una de ella es por el nivel de gravedad. Así se encuentran las que ponen en peligro la vida y las que no la ponen en riesgo.
“Dentro de las que ponen en riesgo la vida de un jugador están los traumas craneoencefálicos que son impactos fuertes por un choque de cabezas, que puede llegar a ser doble en el momento del impacto y cuando el jugador cae al césped. También tenemos la commotio cordis, que es un golpe en el pecho por un codazo, patada o balonazo que puede generar un infarto”, asegura Meléndez.
En las lesiones que no ponen en peligro la vida se encuentran las lesiones más tradicionales que se dan en el futbol y merman a los jugadores.
“Después de los ligamentos, lo que más suelen presentar son fracturas de tibia y peroné y lesiones de pie y tobillo, éstas necesitan de cerca de medio año para recuperarse. Luego hay esguinces musculares o ligamentarias, rupturas parciales o distinciones, que no necesitan cirugía, sólo reposo. Sin olvidar la pubitis, epicondilitis, fascitis y otros esguinces” dice González Chávez.