El proyecto deportivo de Ronald Koeman al frente del Barcelona no ha empezado de la mejor manera.
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Y no por la parte futbolística, si no por todo el manejo de escritorio que ha tenido el club.
Koeman limpia al Barcelona
Una de las primeras manchas al inicio de la temporada fue el deseo de Lionel Messi por querer salir de la institución.
El astro argentino quería salir del equipo; sin embargo, la directiva obstaculizó todo, y obligó a que el futbolista se quedara un año más.
A partir de ahí, los cambios llegaron y la plantilla comenzó a sufrir bajas de jugadores que habían sido pilares en otras épocas, pero, sobre todo, atletas que eran considerados por Messi como sus amigos.
El primero en abandonar al equipo blaugrana fue Ivan Rakitić.
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El croata no entró más en los planes de Koeaman y fue notificado cuando el equipo comenzó la pretemporada.
Rakitić fue traspasado al Sevilla y terminó un ciclo con el Barcelona que duró seis años.
El siguiente en la mira fue Arturo Vidal. El caso del chileno fue distinto, pues el estratega holandés hizo público que no contaba con él para este nuevo campeonato.
Vidal fue muy precavido en sus declaraciones y conforme pasaron los días su fichaje con el Inter de Milán fue siendo más claro.
El club catalán cedió en las negociaciones y con un costo de un millón de euros, el sudamericano partió con rumbo a Italia.
La guillotina no paró y la siguiente baja fue la más dolorosa para el “Messias”.
Su mejor amigo y delantero del equipo, Luis Suárez, concluyó su ciclo con el Barcelona.
La despedida fue emotiva, para darle las gracias a uno de los mejores delanteros que ha pasado por el conjunto culé.
El charrúa llegó a buenos términos y su pase al Atlético de Madrid fue gratis.
El mercado de fichajes sigue en proceso y las bajas del club parecen no acabar. El último en abandonar el barco fue Nelson Semedo y se espera que Samuel Umtiti, Rafinha Alcántara y Jean-Clair Todibo hagan lo propio.