Una pieza de arte urbano —compuesta por esferas de acero inoxidable con acabado de espejo— suspendida entre el renovado barrio de la península y el histórico sector de la Abbaye aux Dames en Caen, Francia, está dando mucho de qué hablar.
Desde distintos ángulos, la estructura parece una nube plateada flotando en el aire, un fenómeno a medio camino entre la escultura y el paisaje, creando un puente visual entre lo antiguo y lo contemporáneo.
REFLEJOS CAMBIANTES
Vincent Leroy concibió la obra para que dependiera por completo de la luz natural. Sin iluminación artificial, Molecular Cloud cambia con el sol, el clima y las estaciones: refleja el cielo, las nubes, el agua y el movimiento de los transeúntes.
Al caminar bajo las esferas espejadas, la realidad cotidiana se fragmenta y se multiplica en un juego visual donde se mezclan el entorno, la ciudad y la propia figura del espectador. Cada visita ofrece una experiencia distinta, casi cinematográfica.

UN NUEVO EMBLEMA
Con unas dimensiones aproximadas de 11,5 × 8 × 8 metros, la instalación funciona tanto como hito urbano visible desde la distancia como espacio íntimo para quienes recorren la península.
Más que un gesto estético, la obra propone un nuevo punto de encuentro y contemplación en Caen, redefiniendo la relación entre arquitectura, naturaleza y ciudadanía. Molecular Cloud se posiciona así como un símbolo que enlaza el pasado milenario de la ciudad con su mirada hacia el futuro.
“Ligera y atrevida, a la vez un sueño y una proeza técnica, esta instalación se despliega en la intersección entre la imaginación poética y científica, reafirmando más que nunca la identidad de Caen como ciudad de las artes y las ciencias”, comenta el artista Vincent Leroy.
Aquí puedes ver un video de la obra.

