Una peculiar tendencia está ganando notoriedad en el universo de las citas modernas y, lejos de ser algo mágico, parece sacada de un cuento mal contado. Se trata del llamado “Shrekking”, una práctica que toma su nombre de la popular saga animada “Shrek”, pero que poco tiene que ver con la ternura del ogro verde.
PUBLICIDAD
El “Shrekking” se refiere a iniciar una relación con alguien por quien no se siente una atracción física fuerte, bajo la expectativa de que esa persona compensará con una mejor actitud o un trato excepcional.
La lógica detrás de este comportamiento se basa en la idea de que, al “bajar los estándares”, se puede recibir más atención, respeto o compromiso. Pero según especialistas consultados por el USA Today, esto suele terminar en desilusión.
La tendencia se popularizó en TikTok en Estados Unidos y uno de los principales influencer en difundir esta moda fue @jaxitodwyer, quien se presenta como dating coach: “Todas las mujeres bonitas han sido traumatizadas por alguien que parece Shrek o Lord Farquaad”, dice.
Un fenómeno conocido con un nombre nuevo
Amy Chan, autora de ”Breakup Bootcamp: The Science of Rewiring Your Heart“, lo resume así: “Sales con un ogro esperando un trato de princesa, pero al final no recibes ni lo uno ni lo otro”.
Aunque el término es reciente, el comportamiento detrás del “Shrekking” no lo es. Chan explica que muchas personas han priorizado aspectos como la compatibilidad emocional o los valores por encima de la atracción física inicial, algo que en sí mismo no es negativo. El problema surge cuando esta elección se hace por resignación, y con la idea errónea de que alguien considerado “menos atractivo” será, por definición, más considerado o atento.
Este tipo de pensamiento revela, según Chan, una frustración generalizada con la cultura actual de las citas.
PUBLICIDAD
Riesgos de asumir que la belleza está relacionada con el carácter
El concepto de “Shrekking” también pone sobre la mesa un dilema recurrente: la tendencia a juzgar el trato que alguien brindará con base en su apariencia. Según Emma Hathorn, especialista en relaciones de la plataforma Seeking.com, este es uno de los errores más comunes.
“Creer que una persona menos atractiva será automáticamente más amable o comprometida es una ilusión. El carácter no se refleja en el físico. Si alguien te trata mal, independientemente de cómo luzca, simplemente no es alguien con quien debas estar”, señala Hathorn.
La especialista añade que algunas de las relaciones más fuertes surgen cuando ambos comparten metas y valores fundamentales, incluso si al principio no existía una fuerte atracción física. “Cuando hay compatibilidad en lo importante, la atracción puede desarrollarse de manera sorprendente”, explica.
Redefinir lo que se busca en una relación
Para quienes han vivido una experiencia de “Shrekking”, la solución no es volverse más superficiales. Chan recomienda aprovechar el momento para revisar con honestidad qué se espera de una pareja. Esto implica identificar qué aspectos son esenciales, más allá de la apariencia, y aprender a leer mejor el carácter de las personas.
“El punto no es volverse a fijar solo en quienes se ajustan a los cánones de belleza convencionales. Se trata de mejorar la capacidad para evaluar la madurez emocional, los valores y la disponibilidad real de alguien, más allá del envoltorio”, explica Chan.