Famosa por protagonizar al querido personaje de “Hermione Granger” en la famosa y exitosa saga fílmica de Harry Potter, a sus 34 años Emma Watson dejó a un lado esa ternura y timidez en los últimos meses a la que nos tenía acostumbrados al mostrar su lado más erótico y privado, al confesar cuál es su práctica sexual favorita en estos.
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La británica nacida en París, sorprendió a más de uno el año pasado cuando contó a la revista Vogue (edición del Reino Unido), que su vida íntima se basa en la cultura kink, prácticas sexuales poco convencionales de alto voltaje erótico cuyas claves son la comunicación y el consentimiento.
Cultura kink
Esta modalidad sexual poca conocida y experimentada aparta a un lado las prácticas y posiciones rutinarias para dar paso a las fantasías sexuales, la sumisión y el sadomasoquismo, por ello, su base principal está en los juguetes y accesorios que contribuyan tanto a la estimulación y como al placer, requiriendo de un juego previo largo e intenso, con altas dosis de erotismo.
Diferentes estudios han indicado que el sexo kink tiene varios beneficios para la salud. Reduce el estrés al disminuir el cortisol en el cuerpo, fortalece el sistema inmunológico y aumenta la serotonina, conocida como la hormona de la felicidad, que produce bienestar y relajación.
Emma Watson indicó que convive con la cultura kink desde 2019, primero cuando estaba sola y mantenía relaciones casuales y ahora también con su novio, el músico y modelo británico de 33 años, líder de la banda One Night Only, George Craig.
“Creo que las relaciones que no siguen necesariamente los modelos tradicionales requieren de mayor comunicación y consentimiento. Se requiere una comunicación de verdad y un acuerdo sobre los límites y las cosas que sientas que no deberías hacer según los estereotipos. Muchas de las parejas más saludables que he visto son del mismo sexo”, contó la también protagonista de “La Bella y La Bestia”.
