La hipertensión en un problema serio que si no se ataca como corresponde en tiempo y forma puede derivar a importantes afecciones cardiovasculares, por ello, especialistas en medicina reiteran lo fundamental de desarrollar una dieta saludable y mantener el cuerpo humano en constante actividad física.
PUBLICIDAD
El ejercicio aeróbico se ha considerado desde hace muchos años como el mejor para combatir la hipertensión, relacionándose con reducciones significativas de la presión arterial.
Sin embargo, existen pruebas de que el entrenamiento de fuerza es incluso más eficaz y entre ellos se destacan los ejercicios isométricos estáticos, en pocas palabras, los que implican trabajar los músculos como las sentadillas contra la pared y las planchas.

Cualidades del ejercicio isométrico estático
Investigación publicada recientemente en la revista British Journal of Sports Medicine, explica que las recomendaciones actuales de ejercicio para ayudar a bajar la tensión arterial, basadas en ejercicios aeróbicos o cardiovasculares tradicionales como andar en bicicleta o correr, aunque son eficaces, están anticuadas y que ahora es necesaria una revisión de las pautas de ejercicio.
Los especialistas analizaron los datos contenidos en 270 ensayos controlados aleatorizados publicados entre 1990 y febrero de 2023, con un tamaño de muestra de datos agrupados de 15.827 participantes.
Jamie O’Driscoll, profesor adjunto de Fisiología Cardiovascular en la Universidad Christ Church de Canterbury, Reino Unido, explica que “en general, el entrenamiento con ejercicios isométricos es la modalidad más eficaz para reducir tanto la presión arterial sistólica como la diastólica. Estos resultados proporcionan un marco exhaustivo basado en datos para apoyar el desarrollo de nuevas recomendaciones de pautas de ejercicio para la prevención y el tratamiento de la hipertensión arterial”.
El análisis de los datos agrupados mostró reducciones significativas de la presión arterial sistólica y diastólica en reposo relacionadas con todas las categorías de ejercicio, pero los mayores descensos se produjeron tras el entrenamiento con ejercicios isométricos, que ascendieron concretamente a 8,24/4 mmHg.