Para nadie es un secreto que la naranja además de ser el cítrico más conocido es también es una de las frutas más consumidas del mundo, con el gran beneficio y particularidad que se puede comer directamente ye se puede aprovechar para tomarlo como jugo.
PUBLICIDAD
Al estar rodeada de vitamina C y antioxidantes, es rica en nutrientes y diferentes vegetales protectores, además, gracias
a diversos estudios se demostró que consumir desde la niñez ayuda a reducir el riesgo de padecer afecciones como las enfermedades cardíacas.
El gran tema en que mucha se preocupan con respecto a esta fruta, es que muchas veces por desconocimiento no saben elegir las que cuentan con más jugosidad.

La importancia del color y textura
La naranja tiene que ser de un color brillante, de un tono naranja intenso y sólido. De lo que no hay que preocuparse es de si la naranja tiene algunas manchas. El peso también es un factor determinante. Al levantar la naranja, hay que sentir una buena cantidad de peso en la mano.
Es importante mantenerlas secas, ya que de esta manera se evitará el desagradable moho. Una vez en casa, si las naranjas llegan mojadas del supermercado o de cualquier negocio que las venda, es preciso secarlas con una toalla o con un papel absorbente antes de meterlas en el frío para reducir al máximo su humedad.
Saber donde guardarla y la temperatura son también fundamenta, ya que según especialistas en gastronomía es preferible refugiarlas en un lugar fresco y seco, por lo que las gavetas para las verduras que está en el refrigerador puede ser un espacio ideal para almacenarlas. También es buena idea dejarlas a temperatura ambiente, aunque es preciso mantenerlas a la sombra y consumirlas unos días después.