Los antiguos propietarios de un parque de trampolines, donde 11 personas sufrieron fracturas en la espalda, se declararon culpables de infracciones de salud y seguridad y enfrentan la posibilidad de ser condenados a prisión.
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En un solo día de 2017, tres personas sufrieron fracturas de columna vertebral mientras saltaban desde una torre de 5 metros de altura a una piscina de espuma en Flip Out Chester, lo que generó preocupaciones sobre la falta de regulación en los centros de trampolines.
Un parque de trampolines que se convirtió en un peligro para la comunidad
Con numerosos visitantes “lesionados a diario”, el hospital local advirtió que los cirujanos especializados estaban bajo presión innecesaria debido a estos accidentes. David Shuttleworth y Matthew Melling, ambos de 33 años, se declararon culpables de las infracciones de salud y seguridad el mes pasado en el Tribunal de la Corona de Chester.
Aunque la empresa se disolvió el año pasado, Flip Out Chester ahora es operado por un franquiciado diferente. Las acusaciones se relacionan con una investigación sobre 270 accidentes conocidos durante un período de siete semanas entre diciembre de 2016 y febrero de 2017. Entre aquellos que sufrieron una fractura de columna vertebral al saltar desde una estructura conocida como la Torre de Salto se encontraba Liza Jones, de 26 años.
Liza declaró: “Me alegra que enfrenten un juicio porque podría haber quedado paralizada. Aterricé de la manera en que se me dijo, pero fui una de las tres personas que sufrieron fracturas de espalda ese día. Las personas que visitan estos centros pueden sentir que están seguros porque tienen reglas para que las sigan, pero eso simplemente no es cierto”.
Cuentos de accidentes por falta de medidas de seguridad
Otra víctima, Lucy Jones, también resultó herida en la Torre de Salto en enero de 2017 y sufrió una fractura de espalda que la dejó sin sensación en las piernas. El parque de trampolines ha sido el escenario de varios accidentes graves, incluido el de George Magraw, quien sufrió una fractura en la espalda.
A raíz de estos incidentes, el público ha cuestionado la seguridad de estos centros, lo que lleva a los expropietarios a enfrentar posibles condenas de prisión y sanciones económicas. A pesar de las declaraciones de culpabilidad de los expropietarios, las víctimas esperan que esta situación sirva de recordatorio a las empresas que administran parques de trampolines.
