El estrés es una manifestación que se debe tomar muy en serio ya que su descontrol puede causar importantes problemáticas en la salud metal y también física. Por ello, esta tensión física y emocional debe ser atacada como corresponde en tiempo y formas.
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Una de las técnicas que en los últimos años ha intercalado en la medicina y psicología fue desarrollada por el doctor Andrew Huberman, neurocientífico y profesor titular del departamento de neurobiología en la Escuela de Medicina de la Universidad de Stanford, California, avalada también por la Escuela de Medicina de Harvard.
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Esta modalidad para combatir el estrés trata sobre saber controlarlo o reducirlo mediante una sencilla técnica respiratoria que en tan sólo 16 segundos es capaz de contrarrestar los problemas de tensión mental.
El poder de la respiración
La investigación indica que desarrollar una respiración estructurada ayuda a mejorar el estado de ánimo. El psiquiatra David Spiegel, explicó que el correcto método de respirar “parece desencadenar reacciones auto calmantes del sistema nervioso parasimpático. Después de sólo cinco minutos al día, la gente no sólo se sentía más feliz, sino que estaba fisiológicamente más relajada”.
El análisis explica que la respiración facilita la oxigenación y la eliminación de dióxido de carbono, por ello, respirar de forma consciente durante al menos cinco minutos mejora en el estado de ánimo, reduce la frecuencia respiratoria y disminuye la ansiedad y el estrés. Además, también se demostró que el entrenamiento respiratorio mejora la calidad de vida de los asmáticos y ayuda a disminuir el uso de broncodilatadores.
La técnica respiratoria de los 16 segundos se puede realizar en cualquier lado y consiste en inhalar por la nariz durante cuatro segundos, contener la respiración durante otros cuatro segundos, y exhalar durante el mismo tiempo por la nariz o la boca. ara contar esos cuatro segundos. Huberman recomienda usar una palabra de cuatro sílabas, como Missisipi o una frase de cuatro palabras, tipo “me siento tan bien” y repetirla mentalmente en silencio. Luego se trata de volver a contener la respiración otros cuatro segundos.