El mejor y más recomendable hábito recomendado por miles de especialistas es sin dudas, el mantenerse contantemente hidratados e ingerir como mínimo, dos litros de agua al día, práctica que beneficias notablemente a la salud y prepara al ser humano para llegar con mejor condición física a la etapa de la tercera edad y vejez.
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La memoria no escapa de estos beneficios, así lo confirmó un equipo de investigadores de la Unidad de Nutrición Humana de la Universidad Rovira i Virgili (URV), el Institut d’Investigació Sanitària Pere Virgili (IISPV) y el Centre de Recerca Biomèdica Xarxa de Fisiopatologia de l’Obesitat i la Nutrició (CIBERobn) al publicar los resultados de sus estudios en la revista BMC Med.
El agua potencia a la memoria
Para encontrar la relación directa entre el nivel de hidratación y el funcionamiento del cerebro, los análisis se basaron en el seguimiento en pacientes adultos mayores con patologías de sobrepeso u obesidad.
Las personas con problemas de obesidad o de síndrome metabólico con un bajo nivel de hidratación (menos de 0,5 litros al día) presentaron un deterioro de la función cognitiva con el paso del tiempo, sobre todo en hombres. En cambio, los que estaban bien hidratados (consumieron entre un 1 litro y 1,5 litros) aumentaron sus capacidades en distintas pruebas neuropsicológicas.
Por ello, la gran importancia, recomendación y conclusión fue tomar agua incluso cuando no se tiene sed o no hay ganas de beber. Lo ideal es tomar al menos entre 8 y 10 vasos al día, y alguno más si se realiza alguna actividad física. También ayuda el consumir alimentos ricos en agua, como frutas (sandía, melón) o verduras (lechuga, pepino), ya que pueden aportar un extra para estar correctamente hidratados.
hidratarse y tomar agua de forma constante es fundamental para que el organismo funcione correctamente y se disminuyan los posibles riesgos de padecer distintos problemas para la salud como el impacto de la deshidratación en el rendimiento cognitivo.