La lógica principal indica que todo padre y madre tienen como objetivo principal de vida entregar los mejores cuidados a sus hijos y brindar la mejor salud, educación y contención física, psicológica y social posible. Lo que pasa es que, aunque parezca increíble, a veces dicha lógica no es así en algunos casos.
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Cuando es todo lo contrario con respecto al beneficio de salud de los más chicos de la casa, la insólita actitud se puede definir como Síndrome de Munchause por Poder, muchas veces perpetuado por el cuidador de los menores o sus padres (en la mayoría de los casos la mamá), inventando síntomas falsos o provocando signos reales para que parezca que el niño está enfermo.
Característica del Síndrome de Munchause por Poder
En una explicación en el portal Tn, Margarita Marchán especialista en pediatría y medicina legal en Argentina, detalla que “el Síndrome de Munchausen por Poder (SMPP) constituye una forma de maltrato Infantil de alto riesgo, de difícil diagnóstico que, a menudo, pasa desapercibido durante semanas, meses e incluso años. Cuando estamos frente a padres que están distorsionando su percepción en cuanto a la salud de su hijo, nos debiera alertar y pensar que podríamos estar frente a un posible Síndrome de Munchausen por Poder”.
La especialista, quien también cumple con funciones como perito de oficio del Poder Judicial de la Nación, advierte que la situación se puede detectar cuando se nota a una madre en aparente posición de preocupación y ocupación devota, pero que con sus métodos provoca o simula la enfermedad en su hijo manipulando a los médicos tratantes, hasta convertirlos en protagonistas involuntarios de maltrato a través del abuso de técnicas médicas invasivas y así obligando a los médicos tratantes a realizar maniobras diagnósticas o terapéuticas costosas y de alto riesgo para el menor.
Tipo de madres que impulsan al SMPP
· Maltrato como búsqueda de ayuda: son madres que buscan atención médica para sus hijos, en orden de comunicar sus propias ansiedades, cansancio, depresión o inhabilidad para hacerse cargo de su hijo.
· Las médico-adictas: estas madres perpetradoras están obsesionadas en obtener tratamiento médico para enfermedades inexistentes en sus hijos. Se dedican a detallar síntomas e historias médicas falsas sobre sus hijos.
· Inductoras activas: estas madres perpetradoras inducen la enfermedad a través de métodos dramáticos. Se muestran ansiosas o deprimidas empleando grados extremos de renegación, disociación afectiva, y proyección paranoide.
· Asesinas: incluyen a las de tipo inductoras activas, con predominio de crueldad y ausencia de culpa, con prevalencia de un deseo de muerte sobre el niño que es vivido como ajeno y merecedor del daño. Pueden llegar a procurar la muerte en el niño.
