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Estudio muestra patrones de alimentación que se relacionan con un menor riesgo de muerte prematura

En el transcurso de 36 años, los participantes en los estudios completaron cuestionarios dietéticos cada cuatro años

Un Nuevo estudio demuestra como  los patrones alimenticios reducen las muertes prematuras | Foto: Referencial

Una variedad de patrones de alimentación saludable, están asociados con un riesgo reducido de muerte prematura, según una nueva investigación sobre más de 115,000 profesionales de la salud estadounidenses.

Los hallazgos, publicados en JAMA Internal Medicine, mostraron que los adultos con una alta adherencia a al menos uno de los cuatro diferentes patrones de alimentación saludable tenían menos probabilidades de morir tanto en general como específicamente de enfermedades comunes como enfermedades cardiovasculares, cáncer o enfermedades respiratorias en comparación con aquellos con baja adherencia a las dietas.

Riesgos

Se encontró que los riesgos eran consistentemente más bajos en diferentes subgrupos raciales y étnicos y después de que los investigadores ajustaran el estado del tabaquismo, los antecedentes familiares de enfermedades cardiovasculares y otros factores de riesgo potenciales.

Recomendados

Una dieta poco saludable es una de las principales causas de muerte a nivel mundial. En los EE.UU., alrededor de la mitad de todas las muertes por enfermedades cardíacas, accidentes cerebrovasculares o diabetes tipo 2 están asociadas con una dieta deficiente.

Estudios

En el transcurso de 36 años, los participantes en los estudios completaron cuestionarios dietéticos cada cuatro años, con puntajes basados en los siguientes índices de patrones dietéticos: Índice de alimentación saludable 2015, Dieta mediterránea alternativa, Índice de dieta basada en plantas saludables e Índice de alimentación saludable alternativo.

Los puntajes más altos en el Índice de alimentación saludable de 2015 indicaron una mayor adherencia a las Pautas dietéticas para Estados Unidos, que desalientan el consumo de alimentos con alto contenido de grasas saturadas y sodio.

Los puntajes más altos en la Dieta Mediterránea Alternativa indicaron que los participantes comieron una dieta mediterránea que generalmente enfatiza los alimentos de origen vegetal y las grasas saludables.

Todos los patrones de dieta incluían componentes similares como cereales integrales, frutas, frutos secos, verduras y legumbres, explicaron los investigadores, y todos fomentaban un alto consumo de alimentos de origen vegetal.

Dieta basada en Plantas saludables

Sin embargo, mientras que la Dieta Mediterránea Alternativa fomenta la ingesta de pescado, el Índice de Dieta basada en Plantas Saludables desalienta el consumo de alimentos de origen animal. La dieta mediterránea también permite una ingesta moderada de alcohol, mientras que la Dieta Vegetal Saludable desaconseja el consumo de alcohol.

El Índice Alternativo de Alimentación Saludable se centra en los alimentos asociados con la reducción del riesgo de enfermedades crónicas.

Hallazgos

Los hallazgos de los estudios son consistentes con las Pautas dietéticas para Estados Unidos, agregaron los autores, que recomiendan múltiples patrones de alimentación que se pueden adaptar a las preferencias y tradiciones alimentarias individuales. El Departamento de Salud y Servicios Humanos de Estados Unidos y el Departamento de Agricultura publican una versión actualizada de las pautas cada cinco años.

“Las Guías Alimentarias para los estadounidenses tienen como objetivo proporcionar consejos dietéticos basados en la ciencia que promuevan la buena salud y reduzcan las principales enfermedades crónicas. Por lo tanto, es fundamental examinar las asociaciones entre los patrones dietéticos recomendados por DGA y los resultados de salud a largo plazo, especialmente la mortalidad”, dijo el autor del estudio, Frank Hu, profesor de nutrición y epidemiología y presidente del Departamento de Nutrición de Harvard TH Chan. Escuela de Salud Pública, en un comunicado.

Datos

Los datos se obtuvieron de 75 230 mujeres participantes en el Estudio de salud de enfermeras y 44 085 participantes masculinos en el Estudio de seguimiento de profesionales de la salud. Ningún participante tenía enfermedad cardiovascular, cáncer o diabetes al comienzo del estudio.

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